La autonomía universitaria en Nicaragua se ha visto empañada con la represión contra estudiantes universitarios desde el año 2018, y más reciente con la cancelación de la personería jurídica de alrededor de 18 centros de educación superior que ha dejado en el limbo a unos 14 mil estudiantes, según académicos.

Desde el 2018, el dirigente universitario Ariel Sotelo, de la Articulación de Movimientos Sociales (AMS) se ha encargado de defender los derechos estudiantiles y promover la libertad de cátedra y el libre pensamiento, sin embargo, le ha costado lágrimas, desvelos, tristezas y el exilio forzado.

En la entrevista dominical de Radio Darío conocemos su historia y el futuro de los jóvenes en política, los desaciertos en la manera de buscar un cauce democrático, y el mensaje a jóvenes que aspiran a estudiar periodismo en Nicaragua.

¿Qué fue lo más difícil que viviste a partir del 2018, luego de las protestas?

Tengo dos momentos difíciles que he vivido, uno, sufrir cuatro años la lejanía de mi familia, eso es algo que todavía como ser humano tengo presente, no poder abrazar a mi mama, no poder estar en los momentos especiales de la familia, es un sacrificio que he tenido que hacer y el otro, tiene que ver con la indignación que es cuando las madres de los presos políticos estaban haciendo huelga en Masaya, ese es el punto que yo como ser humano lo he sufrido en mi vida, porque pensaba en mi madre, pensaba en mi familia y para mí eso ha sido lo más atroz. Pero también haber perdido mi carrera en el último año a punto de graduarme y que la universidad (UNAN León) me negara el permiso para poder defender mi proceso de tesis.

Tras varios intentos fallidos por alcanza la unidad en las plataformas juveniles ¿qué fue de los movimientos estudiantiles?

En definitiva siguen existiendo en medio de un contexto represivo, sin embargo, con la pérdida de las universidades y de las expulsiones, el movimiento estudiantil ha tenido que tomar varios caminos, uno, el movimiento estudiantil se metió en política y en política había que pensar en la salida de (Daniel) Ortega, porque esa era el primer punto para nosotros, la urgencia era salir de Ortega, entonces los movimientos estudiantiles están divididos en dos: por un lado un movimiento estudiantil que apuesta por la reforma a la ley universitaria, por recuperar la autonomía universitaria, que la podes ver desde la coordinadora universitaria con sus distintas propuestas que han hecho, con una agenda estudiantil que han presentado a las y los nicaragüenses, y por otro lado, podes ver a la otra parte del movimiento estudiantil en AUN, que es la Alianza Universitaria Nicaragüense, apostando a llegar a cargos públicos o apostando a meterse en el espacio políticos de los nicaragüenses, el cual es legítimamente correcto.

Escuchala aquí:

¿Qué se puede rescatar aún de la autonomía universitaria nicaragüense?

La autonomía universitaria en Nicaragua no existe, hablar de autonomía universitaria en este momento, es una desgracia en este país, porque (Daniel) Ortega controla las universidades a través de sus brazo político-represor, a través del CUUN Y UNEN y las ha controlado desde que dejó aprobado desde 1990 una ley de autonomía con unos defectos garrafales, por ejemplo otorgarles el poder absoluto a la Unión Nacional de Estudiante y que no tuviese oposición, como crees que hay un solo movimiento estudiantil y no se permite los movimientos estudiantiles emergentes sean parte de la estructura organizativa de las universidades, Ortega supo que las universidades iban a hacer un  bastión de lucha importante donde se tenían que atrincherar, lo que no esperó, es que en el 2018 los chavalos dijeran, bueno aquí debe haber un nuevo movimiento estudiantil y nos vamos a implantar y eso fue lo que vimos en el 2018, por tanto lo más valioso de rescatar es ese movimiento estudiantil poderoso que se vio en las calles en el 2018, y eso porque es un hito histórico de este país, sin embargo, el movimiento estudiantil tiene unos retos increíbles en estos momentos por ejemplo volver a tener contacto con las universidades, volver a palpar la realidad del estudiantado, volver a saber qué es lo que les está afectando a los chavalos, que si las becas están  siendo distribuidas justamente, que si los profesores están realizando acosos apañados por el CUUN, eso por un lado y por el lado político tiene otro reto, el cual es la salida de Ortega, y allí tenemos que presionar.

Después de cuatro años ¿Qué lecciones aprendieron? Y ¿qué proponen ahora?

En principio hay que hacer retrospectiva y no volver a cometer esos mismos errores y humildemente decir en esto, no volver a encabarla como decimos en término coloquial, yo creo que debemos deponer el tema de los egos, eso es fundamental en este momento y buscar puntos donde todos confluyamos, el segundo punto que también para mi es importante es que el movimiento estudiantil debe unirse en una sola voz, a la liberación de los presos políticos, que es lo que más urge en este momento en el país, es decir lo que te estoy diciendo es que debe haber una unidad en torno a objetivos y no entorno a organizaciones, el cual fue unos de los errores que cometimos, hicimos crear una mega plataforma y lo más importante era construir esos objetivos que debemos plantearnos.

Hay jóvenes pensando estudiar periodismo ¿qué podes decirles?

Yo recuerdo las teorías de mis profesores  en la Universidad y esas teorías yo las vi materializadas en ustedes que ejercían en las calles, donde los poderosos le tienen miedo a las preguntas de los periodistas y que les digo yo a las y los jóvenes que están estudiando periodismo, que sigan cultivándose, que tengan criterio propio, para hacer las preguntas incómodas que a los políticos no les gusta, que decir la verdad en momentos de crisis es sumamente importante para el país y que ese país que tenemos hoy desquebrajado, está en sus manos reconstruirlo como pieza fundamental de un periodismo independiente.

Ariel Sotelo es originario del municipio El viejo, Chinandega, desde joven se interesó en el tema de la política, participó en organizaciones de sociedad civil y siempre fue catalogado como contrario a la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) y al Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), en el municipio el Viejo, participó en movimientos estudiantiles contrarios al gobierno de turno, después de abril del 2018 fue expulsado de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Sotelo recibió serias amenazas de muerte, hostigamiento y asedio en las distintas casas de seguridad, hasta que decidió exiliarse para evitarle el dolor a su familia de tener que verlo preso como están varios líderes estudiantiles.