El pasado 10 de diciembre, se conmemoraron 73 años de la creación de la Declaración Universal de los derechos humanos. En distintas partes del mundo, se realizaron actos conmemorativos y ceremonias para recordar los orígenes y los principios fundamentales de la Declaración, que busca un ideal común en las naciones para defender y proteger los derechos fundamentales de la humanidad.

En Nicaragua, las organizaciones de derechos humanos desde abril del 2018, denunciaron un retroceso en materia de cumplimiento de derechos humanos. La represión estatal parapolicial que dejó como resultado más de 360 personas privadas de la vida, la detención arbitraria de ciudadanos, el exilio forzado y la criminalización de la libertad de expresión que se vive en el país, dista de los principios e ideales consignados en la declaración universal de los derechos humanos.

Hoy domingo conversamos con Gonzalo Carrión, defensor de derechos humanos del Colectivo Nicaragua Nunca Más.

RD: Se cumplen 73 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ¿Cómo se explica la situación de Nicaragua?

GC: Desde el 2018 el país vivió una monstruosa represión que inicio sistemáticamente hasta esos niveles de monstruosidad y se resumen en los crímenes de lesa humanidad que se cometieron, una verdadera masacre y decimos masacre porque según los registro presentados por la CIDH al menos 365 personas fueron privadas de su vida arbitrariamente como la primera dimensión de esos crímenes de lesa humanidad y una imposición de una sistemática represión con el propósito de infundir terror, estado policiaco, la suspensión de los derechos por los hechos, entonces 2018 para esta fecha ya se habían consumado esos crímenes que privaron de la vida, que torturaron y desaparecieron y ya estaba en desarrollo este éxodo de miles de nicaragüenses que han salido del país.

RD: ¿Cómo se valora actualmente la situación de Nicaragua luego de casi 4 años del estallido social del 2018?

GC: No ha sido fácil para todos los nicaragüenses, para todo el país, incluso hasta para quienes simpatizan de la dictadura, porque, la gente que levantó la voz con la conciencia que estamos en una dictadura, la levantó con esa conciencia, pero los que simpatizan son los que menos libertad tienen, son los menos libres, ellos tampoco pueden darse el lujo de salir libremente del país, los que menos tienen posibilidad de opinar son ellos, si opinan diferente les va muy mal, nosotros por lo menos estamos con la frente en alto, con el orgullo en alto, a pesar de estar fuera de nuestro país.

RD: ¿Hay posibilidad de cambio en un país donde se mantiene un estado de represión y encarcelamiento de ciudadanos?

GC: La balanza ya está clara, el 7 de noviembre el pueblo nicaragüense quedándose en sus casas confirmó que no los quiere, en la balanza está claro, una familia con un grupo reducido, cuando decimos reducido no es que le restemos valor, sino que nos referimos a que menos del 20% votaron y de esos no sabemos cuántos votaron por ellos, y ese grupo reducido que es un anillo de hierro dispone contra todo un pueblo, negándole todos sus derechos, entonces las cosas están claras, hay una voluntad de mayoría grande que ya decidió y eso es lo que no les da legitimidad, el primer eslabón que le niega legitimidad es el pueblo nicaragüense y después la comunidad internacional.

Escucha la entrevista completa:

RD: ¿Cuál es el trabajo que continúa para las organizaciones de Derechos Humanos en medio de las amenazas y represión?

GC: Vamos a seguir documentando, es lo que hemos venido haciendo, documentar los testimonios del dolor, provocado por el terror, desde Nicaragua, aquí en Costa Rica y también seguiremos denunciando permanentemente los abusos del poder. El futuro tienen que ser de libertad, lo ansían los familiares de las víctimas, los campesinos, las comunidades indígenas y también los simpatizantes del gobierno, como decíamos antes los orejas, los que fiscalizan, los que informan del vecino, porque ellos no pueden tramitar un pasaporte con tranquilidad, entonces el camino es de libertad y será para todo el pueblo nicaragüense.

RD: La crisis migratoria es otra realidad que se vive en Nicaragua ¿Cómo organización de derechos humanos como valoran esta realidad?

GC: Ninguno de los gobiernos antes de que Daniel Ortega regresara al poder, en 16 años, ninguno provocó un éxodo como el que provocó en menos de tres años o cuatro años, Daniel Ortega, ni la suma de los tres gobiernos anteriores lo han logrado y no lo provocó por lanzar flores, lo provocó porque con esos tres cuerpos armados a generado un estado de terror, un estado policiaco.

RD: Daniel Ortega mantiene un discurso fuerte contra presos políticos, ¿se puede pensar realmente en una posibilidad de liberación?

GC: Ninguno de los que este preso, ninguna de las mujeres, de las 12 mujeres que tienen varios años y unas recientes por varios meses hizo nada parecido o lo mismo que hizo Daniel Ortega para que lo llevaran preso 7 años, quienes acusan de terrorismo es el responsable de mantener un país bajo el terror, es el principal responsable junto a su esposa de crímenes de lesa humanidad.

RD: ¿Hay algún cambio en el discurso gubernamental a partir de las sanciones internacionales?

GC: La que hace de vice presidenta a la brava junto a su marido, dijo que cesen con los castigos a Nicaragua, porque no mencionan la palabra sanción, dicen que esos castigos contra el pueblo, que son ellos dos, atentan contra la convivencia pacífica contra el buen vivir, reclaman la paz perdida, reclaman soberanía, pero ellos son los responsables de crímenes de lesa humanidad.

RD: ¿Cómo se encuentra el colectivo y Gonzalo Carrión en este momento?

GC: Estamos cumpliendo 3 años en este mes de diciembre, yo llegue a Costa Rica el 30 de diciembre, nunca nos imaginamos salir del país, yo cumplí aquí 60 años y nunca me imagine este estado, cuando sos un ser humano de verdad nunca estas preparado para la maldad, para ser receptor de la maldad, y bueno soy uno de los más de 150 mil personas desplazadas. Nunca nos imaginamos que este grupo de colegas nos íbamos a proponer en el mes siguiente la creación del colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más.