El conflicto político en Nicaragua ha escalado a un nivel que la vida y la integridad de muchas personas está en peligro, es una de las reflexiones en la Entrevista Dominical que hizo la defensora de Derechos Humanos Haydée Castillo, una mujer que desde su exilió a raíz de las protestas de abril del 2018 no ha parado en denunciar las violaciones a derechos humanos que comete el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.

La organización que presidía Castillo, denominada Instituto de Liderazgo de las Segovias fue perseguida por el gobierno sandinista y la obligó a abandonar su país. En la entrevista dominical de Radio Darío conversamos con ella sobre distintas problemáticas que enfrenta Nicaragua.

¿Cómo valora la situación de los Derechos Humanos en Nicaragua cuando hay más de 150 presos políticos?

El estado de Nicaragua y el gobierno, que según la constitución de la República han sido creados para proteger, promover y velar por el respeto a la dignidad y la integridad de todas las personas que habitan en Nicaragua, se han convertido en victimarios y en violadores de Derechos Humanos, los juicios por ejemplo que se han desarrollado, son juicios de muchísima preocupación, no sólo para sus familiares, para la sociedad nicaragüense, para la comunidad internacional, como lo expresó el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, es inaudito que los juicios se hagan en las cárceles, que se viole completamente el debido proceso y lo peor, ya hemos lamentado la muerte de tres ciudadanos nicaragüenses estando en manos de las cárceles de la dictadura, que en realidad cuando haya una institucionalidad democrática estas muertes tienen que ser realmente investigadas.

¿Su valoración sobre el cambio de régimen carcelario para los opositores José Pallais, Arturo Cruz y Francisco Aguirre, por salud?

Haber logrado que estas tres personas que se encuentran en condiciones sumamente delicada de salud al menos vayan a casa por cárcel, ha sido producto de la presión que han hecho cienes de organizaciones, que han hecho sus familiares, que han hecho la organizaciones de Derechos Humanos, las presiones que se ha hecho a las cancillerías, esto no es un favor, ni que el régimen se ha conmovido, es algo que es  producto de la presión del pueblo, lo hemos arrancado de la garras al régimen, pero no es suficiente, hay muchas más presas y presos políticos, no solo en el chipote nuevo, sino que en el sistema penitenciario de Tipitapa y en varios lugares en donde están sufriendo atrocidades.

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El aislamiento del gobierno Ortega – Murillo ¿Cómo abona a la lucha de la población nicaragüense?

La dictadura Ortega – Murillo desde el 2018 ha venido en un progresivo aislamiento producto de todas las denuncias que hemos hecho las organizaciones de Derechos Humanos, las organizaciones de víctimas, las organizaciones de sociedad civil, los movimientos sociales, el exilio, la diáspora y muchísimas voces que se han sumado a nivel internacional, pero este aislamiento ha logrado mayor precisión y proporción, a partir del 7 de noviembre cuando el pueblo de Nicaragua con su silencio abandonó las calles y no asistió a votar, esto queda ratificado también en una encuesta de la Cid Gallup, que dice que el régimen cuenta a estas alturas con costo con el apoyo de un 8 por ciento de la población.

¿Qué más podemos esperar de la presión internacional?

Los nicaragüenses debemos de cobrar conciencia que cualquier paso siguiente, necesariamente pasa por la concertación, por la cohesión, por la unidad en acción de todas las fuerzas que queremos un cambio, el retorno de las libertades y el retorno de la democracia. En Nicaragua no se puede dar pasó firme y avanzar más aceleradamente si la oposición sigue dispersa, un grupo por aquí, un grupo por allá, con esto quiero decir que la solución a los conflictos de Nicaragua no va a venir de afuera ni de la OEA, ni las Naciones Unidas tiene la capacidad de sacar a la dictadura, este es un trabajo que sigue dependiendo de la capacidad de resistencia, de la capacidad de organización de los que están adentro, con las fuerzas del exilio y la diáspora.

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¿Considera usted que se debe dialogar con Daniel Ortega para obtener la liberación de los presos políticos?

Ahorita el diálogo que urge es el diálogo entre la oposición para poder hacer un frente común, para poder aglutinarnos todos en un espacio común, porque aquí nos necesitamos todos y todas, no se vale en este momento estar descalificando que porque uno viene de la derecha y otro de la izquierda, el otro no tiene partido, sino que todos los que tenemos un compromiso con la salida del régimen tenemos que unirnos.

Existe una nueva ola de exilio y de personas queriendo sobrevivir en otros países ¿cómo valora esta situación?

Se interpreta como una gran consecuencia de las violaciones a derechos humanos que está perpetuando la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo que no está permitiendo que los nicaragüenses podamos vivir en paz y realizar nuestros proyectos de vida dentro del país, preocupa a nivel regional, porque esto hace que muchos nicaragüenses estén transitando por Costa Rica, Honduras, México, de México a Estados Unidos, de Costa Rica hacia España, es  decir hay una preocupación por parte de la Comunidad Internacional, el cual hace que presionen a Ortega a respetar los Derechos Humanos.