Desde el exilio, Israel Lewites Cornejo es una voz contundente denunciando “las violaciones a los derechos humanos, la corrupción y los abusos de poder del régimen Ortega Murillo”. Denuncias que, como él expresa, no surgen en abril del 2018, sino desde el año 2007, cuando Ortega llegó por primer mandato presidencial, después de la revolución de los 80.

Pero, ser una voz disidente del gobierno de Ortega, le ha costado abandonar Nicaragua, enfrentarse al exilio y buscar las oportunidades para desarrollar su carrera en otro país, algo que asegura “no es nada fácil”, pero lo motiva el anhelo de construir una nicaragua con libertades y en democracia.

Recientemente en sus redes sociales, Lewites compartió las amenazas de muerte por parte de simpatizantes del gobierno de Ortega, de las que es victima cada vez que comparte su opinión sobre la situación sociopolítica del país, pero asegura que las amenazas no han podido amedrentar su espíritu de lucha, ni callar su voz para seguir denunciando las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.

En esta entrevista para Radio Darío, conversamos con Israel Lewites sobre las pasadas votaciones nacionales, su experiencia del exilio y del contexto del país a futuro, en un nuevo mandato de Ortega, lo que supone nuevos retos para los nicaragüenses dentro y fuera del territorio nacional.

RD: ¿Cómo valoras el panorama para los exiliados nicaragüenses tras la reelección de Daniel Ortega?

IL: Ser exiliado es una situación dramática porque obviamente tenes que desarraigarte de tu país y empezar de cero y reinventarte y en el caso de la diáspora nicaragüense en medio de nuestras dificultades en medio desanimo, cada vez que podamos debemos ser persistentes y constantes Y ser una voz por aquellos que adentro de Nicaragua no pueden hablar. Mi comentario a la diáspora es sepamos que esto no iba a ser sencillo, cuando agarramos nuestros maritates y nos fuimos al extranjero quizá ahí en la mente tuvimos la esperanza que fuera un viaje corto, pero si lo pensamos fríamente eso no lo iba ser así y también los que estén pensando salir de Nicaragua, sepan de que no va hacer un viaje corto, pero no hay que rendirse hay que seguir luchando por la libertad.

RD: ¿Qué conclusiones te dejó las votaciones del 7 de noviembre y lo que traerá para Nicaragua?

IL: Hoy Daniel Ortega está en su momento más bajo, según la última encuesta hablaban de un 9% solo un 9% decía que votaría por el por el Frente Sandinista por el por el eterno candidato del sandinismo estamos hablando de su punto más bajo en toda su carrera política y la farsa electoral demostró estos números con una abstención que se habla de un 81% a pesar de toda la presión sobre el aparato estatal, a pesar de las amenazas a pesar de todo el control que tiene la gente se resistió y dijo no participo en esta farsa. Y bueno Ahí están apunta del poder de las armas manteniéndose este presidente ilegítimo que no será reconocido por más de 40 países ya y eso va a traer consecuencias económicas y un aislamiento y los nicaragüenses debemos ser fuertes y Buscar cómo seguir en la lucha con persistencia.

Nadie quiere que el pueblo sufra, ningún país ahí afuera está con ganas de castiguemos al pueblo nicaragüense, eso no existe nadie la diáspora queremos que nuestros familiares y amigos que están en Nicaragua sufran, eso es mentira y eso es una cosa horrible que fomenta la dictadura.

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RD: La amenaza de cárcel que recibiste en Televisión internacional por Xochilt Ocampo ¿Ves aquí un mensaje para quienes piensas regresar del exilio?

IL: Es una amenaza contrato nicaragüense, es evidente que tenemos una organización criminal eso es el Frente Sandinista una organización criminal, estemos claros no es una organización política no es un partido político es una organización criminal. Entonces no tenemos en Nicaragua un estado que busca que las sociedades se desarrolle de manera armoniosa, desde la justicia desde la equidad, lo que tenemos es a un grupito que simplemente está pasando por encima de todo y de todos y llevando a Nicaragua por una derivada destruyendo el tejido social y sembrando caos y pobreza entonces sí yo creo que ella solamente fue un ejemplo de lo que se está viviendo en Nicaragua yo tengo la suerte de estar afuera y de qué esas amenazas finalmente ni me va ni me viene, pero otra cosa puede sentir un nicaragüense que está ahí en un barrio de Nicaragua y que venga y le digan esto, en cuestión de minutos ya van estar la Hi Lux de la guardia sandinista fuera para secuestrarlo.

RD: Hablemos sobre tu exilio ¿En Panamá cuáles son las oportunidades para un nicaragüense?

IL: Aquí hay una diáspora enorme de venezolanos buscando cómo sobrevivir, cómo escapar de ese infierno de socialismo del siglo 21 entre comillas, obviamente esa diáspora,  esa ola de migrantes ha dificultado la situación, se empiezan a cerrar puertas a complicar el asunto de las visas, de pronto la visa para turistas nicaragüenses pasa de seis meses a tres meses, lograr la residencia cada vez es más complicado, porque finalmente los países tiene sus problemas y la cantidad de migrantes que puede recibir es limitada y digamos que Venezuela quito bastante espacio, por decirlo de una manera a los migrantes nicaragüenses. Y bueno en mi caso a mí no me vienen persiguiendo en el 2018 yo no tuve que salir huyendo desde mucho antes y bueno yo soy  ingeniero ambiental y tengo  una empresa de tratamiento de aguas residuales y yo empecé a sentir el acido de la dictadura muchísimo antes y eso me obligo a prepararme un poco para mi salida.

RD: Tus facetas de empresario, escritor, activista ¿Cómo las desarrollas en Panamá?

IL: El exilio trae aislamiento, tenes tus amigos, tu familia y de pronto estas en un país donde estás solo, donde nadie te conoce, donde extrañas mucho tu hogar, no tenes tanto trabajo como quisieras y de pronto te ves que tener mucho tiempo, ahí fue donde de pronto me puse escribir, me puse a pintar a buscar la manera para mantener la cordura porque a veces uno sufre, uno quiere volver. A mi viejo tengo varios años de no verlo y los papás no son eternos verdad, uno extraña y el extrañar es lo que te da fuerza para continuar, para seguir denunciando, esa novela que escribí, “Que todo arda” es una forma de denuncia desde el arte porque tiene un gran componente político es entretenida tiene fantasía tiene Aventura, pero el trasfondo es político y a veces desde la ficción se puede tocar otras fibras que no logra una nota periodística.