Voz de América

Los nicaragüenses enfrentan constantes alzas en los precios de los productos de la canasta básica, el gas licuado, la energía eléctrica y el combustible, en medio de una crisis social, política, económica y sanitaria que ha reducido las fuentes de empleo en el país.

El costo de la canasta básica, conformada por 53 productos, se incrementa cada mes y su valor hoy asciende a un aproximado de 430 dólares, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo.

El salario mínimo promedio de un nicaragüense no supera los 200 dólares mensuales.

Los expertos dicen que la situación económica del nicaragüense se ha deteriorado después de 2018, cuando el gobierno de Daniel Ortega desató una violenta represión en contra de las manifestaciones sociales.

El país está afectado en diferentes áreas, empezando por las empresas financieras, que están entregando menos créditos, lo cual se traduce en menos inversión y mucho trabajo precario, aseguran.

El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, se mostró optimista ante la situación e indicó a Canal 8, un medio oficial nicaragüense, que el país tendrá un crecimiento económico del 7% durante este año.

Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, advirtió que la economía de Nicaragua es la que menos crecerá en 2021 y algunos atribuyen el optimismo del oficialismo a una estrategia de proselitismo político a pocos meses de las elecciones generales.