Leonila Arguello, se describe como una feminista y defensora de derechos humanos nata, desde niña sintió el deseo de ayudar a otras niñas y de mostrar inconformidad con las injusticias.


Desde casa no solo aprendió sus primeras letras, de la mano de su mamá, también recibió una serie de valores, como la honestidad, el respeto a los demás, a la naturaleza, lo que considera fueron las bases para desarrollarse como persona.


Leonila nació en una comunidad en el norte de Nicaragua, rodeada de flores, en una familia de floricultores, “cada quien tenía una responsabilidad, a mí me tocaba cuidar los bancos de arena para reproducir los crisantemos” recuerda con una sonrisa. La vida del campo, la agricultura y luego el cultivo de café, acompañaron a su familia por muchos años.


Fue el deseo de su familia y el de ella misma, de estudiar, lo que la llevo hasta la ciudad, a un internado para niñas, fue ahí donde sin saberlo, iniciaría su vida como defensora de derechos de las mujeres, al constantemente enfrentar las injusticias hacia otras niñas. “No me gustaba que se burlaran de alguien solo por verse diferente”, cuenta.


Feminista, defensora de derechos humanos, Comunicadora social, teatrista y psicóloga, es parte del conocimiento que le ha acompañado a lo largo de su vida y los que adquirió y transmitió desde El Colectivo de Mujeres de Matagalpa, organización que considera ha sido su “universidad de la vida” y que ahora enfrenta la cancelación de su personería jurídica por parte del gobierno.


En esta entrevista a Radio Darío, Leonila Arguello nos comparte un poco de su historia, de sus luchas personales, de su pasión por la radio y el teatro.


Además de la lucha colectiva de mujeres en el norte del país, “voces críticas del poder” que ahora enfrentan lo que consideran una agresión a sus derechos y al de miles de mujeres en el norte de Nicaragua.


¿Cómo se describe Leonila Arguello?
Soy una mujer feminista, intento ser lo más honesta posible, soy defensora de derechos humanos, comunicadora social empírica, no estudié comunicación social, sí he estudiado teatro me he profesionalizado como actriz y como directora psicodramatista y profesionalmente soy psicóloga.


¿Te describís como una comunicadora, como llegaste a la radio?
A mis 16 años yo empecé a trabajar en radio, bueno de forma voluntaria, cuando estaba en la secundaria a mí me gustaba la poesía, el español y me gustaba mucho leer, entonces un compañero de clases Rodolfo Bermúdez, me escuchó leer poesía y me invito a un programa que hacía en una radio, ahí inicie en la radio, leyendo saludos, anunciando la música, después comentando la música. A los 17 años me contrataron para leer noticieros, entonces iba subiendo, pase de dar la hora, presentar música a programas juveniles y después los noticieros.


¿Cómo llegaste al feminismo?
Voy a retomar aquí un elemento desde mi casa, yo nunca vi a mi papa, gritarle o pegarle a mi mamá, así que cuando yo tuve una pareja a los 19 años y me quiso golpear, supe poner un alto y bueno pienso que eso es feminismo, es saber cuál es tu lugar y no permitir que te pisoteen, ni te humillen.
Cuando yo estoy trabajando ya para la radio, a mis 17 años, empiezo a escuchar un programa que tenía el colectivo de mujeres de Matagalpa, se llamaba “Ahora yo tengo la palabra”, entonces inicié a escuchar y ahí me di cuenta de muchas cosas, porque hablaban de violencia, de salud de las mujeres, en fin, entonces yo pedí hacer controles a ese programa. Así que ese fue mi primer asomo al feminismo algo que me pertenecía y con lo que yo me identifica, pero que tiene su raíz antes, yo siempre digo que soy una feminista nata, yo siempre defendí a cualquier mujer o chavala que le hacían daño escuela.


¿Cómo ha sido la experiencia en el teatro?
A mis 24 años, un año después de haber iniciado en el colectivo de mujeres en la radio, en el programa de radio, Ana Ara una de las fundadoras del Colectivo de Mujeres de Matagalpa, invitó al personal a un taller de teatro de una semana, sobre teatro del bufón y mascara neutra, entonces yo me apunte, y ahí inicie mi debut con el teatro del bufón, una técnica teatral con la cual vos podes mofarte de cualquier situación por muy dura que sea y ponerla en escena desde la risa y el humor.


¿Cómo ha sido tu experiencia en el Colectivo de Mujeres de Matagalpa?
El colectivo de Mujeres de Matagalpa ha sido mi escuela de vida, es mi universidad de la vida. Una característica maravillosa del colectivo de mujeres de Matagalpa, para las personas que hemos tenido el privilegio de trabajar, es que vos podes estar y participar en todo lo que vos queras, no hay restricción en ninguna área o herramienta, cómo me pasó a mí yo inicie en la radio, pero también en el teatro y luego me puse a enseñar a niños y luego si sabes hacer dibujos también podes hacerlo, es decir en el colectivo internamente es un tejido maravilloso en el que las personas vamos creciendo en diferentes áreas sin limitarte nunca.


¿Cómo valoras la decisión del gobierno de retirar la personería jurídica del colectivo?

Cerrar las puertas del colectivo de mujeres de Matagalpa es un inmenso daño, no solo al personal que quedamos en el desempleo, porque detrás nuestro estas nuestras familias. También está la gente el pueblo de a pie, las 16 cabeceras comarcales con las que el colectivo trabaja y detrás cientos de familias en cada comunidad que eran beneficiadas con nuestro trabajo, parteras, promotoras de salud, con sus botiquines en las comunidades, bibliotecarias y bibliotecarios capacitados, con alfabetizadoras, con la niñez que se ha formado, el teatro social feminista sobre infinidad de temas necesarios para las familias, la atención psicosocial.


¿Cómo interpretan esta acción del gobierno?
Siento que estos ataques para nosotras y otras feministas, ha sido porque somos una vos disidente, porque no decimos si señor ni callamos, somos una vos disidente, lo hemos sido y lo seremos siempre. Y obviamente ser dicente en este país es un delito, pensar por tu propia cuenta y decir lo que sentís es un delito, es como si la norma discursiva en Nicaragua es decir sí señor, señora, gracias señor, señora y eso no puede ser.


¿Continuara el trabajo de las mujeres feministas en Matagalpa?
No es una personería jurídica lo que va a callar o aniquilar al colectivo de mujeres, no es la cárcel para muchas de nosotras como a muchas hermanas feministas que están encarceladas, que nos va a silenciar, callar las voces disidentes. Entonces como colectivo sabemos que tenemos que darnos un respiro y vivir el duelo, procesar la tristeza y el dolor, compartir y fortalecernos entre nosotras. Y luego de respirar y reacomodarnos, vamos a reinventar, no podemos dejar a las mujeres que por tantos años hemos trabajado con ellas, a la juventud, niñez en la indefensión, nosotras estaremos y seguiremos, a como sea, no te puedo decir ahora, pero lo vamos hacer, de una manera creativa, poética, de una forma diferente, pero no nos vamos a silenciar y vamos a seguir.