La homilía de Monseñor Silvio Báez de este domingo 06 de marzo desde la iglesia Santa Agatha en Miami, Estados Unidos estuvo basada en el libro de Lucas, que describe las tentaciones del diablo a Jesús, durante los 40 días de ayuno en el desierto.

El obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez en la misa manifestó que el poder es un ídolo mortífero en el cual los tiranos a nivel social realizan sacrificios a través de crímenes de guerra, invasiones en otras naciones o imponiendo regímenes de terror sobre sus propios  pueblos.

“A nivel social, el poder es un ídolo mortífero, delante del cual los tiranos se postran y le ofrecen sacrificios humanos, ya sea emprendiendo criminales guerras de invasión a otros pueblos o imponiendo regímenes de terror sobre sus propios pueblos. El diablo le revela a Jesús que el poder, las riquezas y las glorias mundanas son suyas y que él las da a quien lo adora. Por eso, quien tiene poder mundano, lo sepa o no lo sepa, es un ministro del diablo” dijo el religioso.

 Monseñor Báez  hizo un llamado a resistir las tentaciones del diablo como lo hizo jesucristo y no permitir el sometimiento de poderes manos “Jesús no cedió  nunca a la tentación de aprovecharse de Dios, sino que siempre confió amorosamente en él.

Monseñor Báez dijo también que estas tentaciones también se encuentran en los sistemas políticos que invocan el nombre de Dios y usan la religión como sustento de sus planes siniestro.

“Esta tentación también está presente en los sistemas políticos que invocan la religión y mencionan el santo nombre de Dios como sustento ideológico de sus planes siniestros y de sus acciones criminales, negando su santidad y convirtiéndolo en un falso ídolo a su servicio” dijo el obispo auxiliar de Managua.

A la vez Monseñor Silvio Báez agregó que “Los seres humanos nos hacemos daño y dañamos las relaciones con los demás cuando nos aprovechamos de cualquier circunstancia para satisfacer nuestros instintos y deseos egoístas. Estropeamos la vida cuando nos volvemos capaces de cualquier cosa con tal de obtener un beneficio personal. Nunca llegaremos a ser humanos ni felices convirtiendo las piedras en pan, Nunca llegaremos a ser humanos ni felices si nos aprovechamos en modo egoísta de las personas y de las cosas, si tenemos un corazón esclavo del deseo de poseer y si vivimos de espaldas a la generosidad y a la comunión” alegó el clérigo.

El obispo auxiliar hizo énfasis también en que los seres humanos nos hacemos daño y dañamos  las relaciones con los demás cuando no aprovechamos de cualquier circunstancia para satisfacer nuestro instintos y deseos egoistas.