Lesly Judith Palma Pons y Karla Francisca Pérez Balladares con más de 32 semanas de embarazo llegaron a la misma clínica con sus hijos muertos.

Aunque sus casos tienen seis días de diferencia ambas denuncian negligencia de los médicos que supervisaron sus procesos de gestación.

Palma acudió el pasado 20 de septiembre al centro médico, dos días antes de su cita médica. Al llegar su pequeña ya estaba muerta, porque el cordón umbilical su cuello se había enrollado en el cuello.

Su último encuentro con su ginecólogo fue el 7 de septiembre, ese día asegura, le comentó que era el momento de traer a luz a su hija, sin embargo, tras la revisión médica le aseguraron que su cuello aún estaba cerrado.

El siguiente encuentro estaba programado para el 16 de septiembre, pero fue suspendido, y programado para el 22 porque en esa fecha le aseguraron que por las fiestas patrias tenían vacaciones.

Para Lesly, la muerte de su bebe es porque los médicos no atendieron su llamado de dejarla en observación el 7 de septiembre cuando su cuerpo le indicaba que era momento de dar a luz. Para ella no era problema, dice, porque su hija menor también nació con anticipación.

OTRA MUERTE

El domingo 26 de septiembre, seis días más tarde del caso del Lesly, acudió a ese mismo centro hospitalario Karla Francisca Pérez Balladares. Su bebé estaba muerto en su vientre.

La mujer de 28 años comenta que le dijeron que su hijo murió por complicaciones de un asma bronquial, pero ella afirma que nunca presentó tales síntomas y que realmente su bebé murió porque no le hicieron la cesárea a tiempo.

Ante una radio capitalina Karla relató que su embarazó era de riesgo porque tenía antecedentes de asma y había desarrollado diabetes gestacional por lo que los médicos esperaban a que la placenta madurara lo suficiente para practicarle una cesárea

Pérez tenía cita para ayer martes 28 de septiembre, pero acudió el pasado domingo al centro asistencial porque sufrió contracciones y rompió fuente y le dijeron que su hijo tenía 3 días de fallecido.