Por Houston Castillo Vado | Voz de América

El bibliotecario Noel Ulloa cada vez tiene menos oportunidades de contar la historia y vivencias del poeta y escritor nicaragüense Rubén Darío, considerado uno de los más importantes representantes del modernismo literario en lengua española del siglo XIX.

Ulloa trabaja desde hace un par de años, en el museo archivo Rubén Darío, donde la situación es agonizante ante la falta de turistas nacionales y extranjeros.

“Actualmente tenemos más visitas de turistas nacionales que internacionales y se ha notado bastante el cambio. Ha sido un cambio drástico”, dijo Ulloa a la Voz de América al ser consultado sobre la frecuencia de visitantes.

Explicó que en la semana apenas llegan de tres a cuatro turistas de distintas nacionalidades. “Al mes podríamos hablar de 700 u 800 personas entre turistas nacionales y extranjeros”, indica Ulloa.

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Noel Ulloa trabaja como bibliotecario en el Museo Rubén Darío, en León, Nicaragua. Foto Houston Castillo, VOA.

El museo sobrevive del apoyo que recibe de una universidad pública, así como del Estado. La entrada no tiene un costo fijo, sino “contribuciones voluntarias”.

Al igual que el museo de Darío, otros centros de cultura de los que abundan en León lucen vacíos, como el Centro de Arte de la Fundación Ortiz-Gurdián, que está compuesto por cuatro casas de amplios corredores construidas en los siglos pasados.

Elizabeth Martínez, guía turística del centro de arte, cuenta que tras su fundación en el año 2000, se ha cerrado en dos ocasiones. Primero durante la crisis política de 2018 y luego a inicios de 2020, cuando se reportó el primer caso de coronavirus en el país.

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El Centro de Arte Ortíz – Gurdian, en la ciudad de León, Nicaragua. Foto Houston Castillo, VOA.

Recientemente, el lugar volvió a abrir sus puertas, pero sus amplios salones lucen desolados. “Ha bajado un poco la visita, pero está viniendo poco a poco. Cuando se abrió solo teníamos nacionales, pero ahora hay extranjeros”, comenta Martínez.

Menciona que antes de la crisis de 2018 había una afluencia muy buena. “Venían cruceros, era una gran cantidad de visita extranjera, pero después de esas situaciones bajó enormemente; quizás quedamos hasta en un 40% de visitas”.

A diferencia del Museo Rubén Darío, el Centro de Arte de la Fundación Ortiz-Gurdián tiene un costo simbólico de tres dólares.