Feminista, periodista y defensora de derechos humanos, así se describe Patricia Orozco, una mujer con amplia trayectoria en Nicaragua. Durante años fue directora del programa radial Onda Local, ahora en el exilio dirige Agenda Propia, una propuesta de periodismo digital.

El constante asedio, la represión y las amenazas la empujaron al exilio, y el martes 24 de agosto denunció a través de redes sociales y medios de comunicación independientes que el Estado nicaragüense había ejecutado ilegalmente la expropiación de la casa familiar donde ha vivido durante 36 años.

Pese a las injusticias vividas y a tener que estar fuera de Nicaragua, Orozco, sigue siendo una voz critica, defiende con firmeza la libertad de expresión y el derecho a la información que tienen las y los nicaragüenses “Ortega y Murillo nos quieren hacer creer que es delito informar y ser informado, contrario a lo que establece la Constitución Política de Nicaragua”, apunta.

Conversamos con Patricia Orozco sobre el panorama electoral en Nicaragua y las opciones que tiene el periodismo en medio de la represión y censura.

RD: ¿Cómo valora Patricia Orozco el proceso electoral que vive Nicaragua?

PO: En Nicaragua no se puede hablar de un proceso electoral como tal, muchos están diciendo que son votaciones y yo creo que eso es lo que va a pasar, aquí no habrá elecciones porque no tienes donde elegir, la gente por la que se podría elegir está en la cárcel, hay gente que dice, ¿qué voy a votar?, ¿qué voy a elegir?, si por quien había pensado esta presa y eso es una realidad muy lamentable para Nicaragua, sobre todo porque hubo procesos electorales como la elección del 90 donde la gente concurrió masivamente a dar su voto, hubo procesos donde la gente fue y expresaron su voluntad y en esta ocasión eso no va a ocurrir, por eso es importante llamarles votaciones y no elecciones. No pueden decir que aquí hay un proceso transparente, legítimo, porque no lo hay.

RD: ¿Qué debe hacer el periodismo independiente ante este panorama de cara a las elecciones?

PO: Tenemos la obligación de seguir denunciando e informando a la ciudadanía, de los hechos violatorios a los derechos humanos. Los periodistas debemos enfocarnos en informar a la ciudadanía lo que ocurre en los centros de votación, sea que estén llenas o sea que estén vacías y eso supone enfrentarte a la posibilidad de no hacer registro fotográfico, pero nadie dice que no podés narrar lo que encontraste en una junta receptora de votos.

RD: ¿Desde el exilio, cómo cubrir este proceso de votaciones en Nicaragua?

PO: La gente se ha convertido en fuente de noticia, yo creo que todo mundo tiene una opinión, entonces esa gente puede alimentar los espacios que se hagan en los medios de comunicación, alguien de León me puede llamar y comentarme lo que ha visto y ocurrido desde una junta receptora de votos. Ahora en muchos territorios de Nicaragua, en los municipios, hay periodistas que también quieren compartir estas vivencias, lo primero es guardar y protegerse, pero también puede haber oportunidad para compartir lo que está pasando. También ha crecido la colaboración entre periodistas, esta represión que hemos tenido y hemos vivido, nos ha obligado en buen sentido a buscar la colaboración, la ayuda del otro y la otra y ahí, hemos ganado el periodismo, no es cierto que nos han callado.

RD: ¿Qué ha cambiado para el periodismo en los procesos electorales?

PO: Yo recuerdo que antes, te ibas hacer fila al Consejo Supremo Electoral a traer un carnet, que te identificaba como periodista para hacer tu labor, entonces ahora no te dan ni siquiera una identificación, ni te van a dejar hacer tomas en las juntas receptoras de votos, entonces vuelvo a preguntar, dónde está la libertad de prensa,  dónde está la libertad de expresión en Nicaragua, es o no censura, que te prohíban tomar una foto de cuando Francisco, Pedro López, Juan Martínez está votando, entonces cual es problema, cual es el miedo a registrar a la gente cuando está votando o cuando no quiere entrar al recinto de votaciones, ninguna de las dos cosas debe ser prohibida en Nicaragua, se atenta con la libertad de prensa y contra la libertad de expresión de las personas. Lo que creo, que está de por medio con estas votaciones que mal ha organizado Ortega, es que no respeta la libertad.

RD: Como periodista ¿consideras ha disminuido la participación ciudadana en los procesos electorales?

PO: Las elecciones del 90, fueron sin duda unas elecciones masivas, habían grandes filas, la gente se movilizó para esas elecciones y luego tenemos otros procesos electorales donde se había mermado la participación ciudadana y yo me recuerdo el año que se reeligió Ortega, las juntas receptoras de votos, muchas a las que fuimos, no estaban llenas, estaban vacías, no es cierto que había filas de gente, esa ha sido la realidad de los procesos electorales en Nicaragua, pero ahí hemos estado los periodistas, pulsando la opinión de la gente que ya había votado, pulsando la opinión de la gente que no había votado y nos decía sus razones, sin embargo, creo que esos dos factores van a ser difíciles el 7 de noviembre, porque la gente tiene temor de decir lo que piensa.

RD: ¿Tu exilio, cómo ha sido?

PO: Es difícil, muy difícil, sobre todo cuando no has pensado nunca irte del país y la condición de amenaza y persecución son las que te empujan a este tipo de decisión, para nadie es fácil, ni te vas al exilio riendo, queda tu familia y tus cosas queda tu vida, eso es lo que ha pasado. En algunos casos hay mucha solidaridad, yo personalmente he tenido mucha solidaridad de distintas personas, de nicaragüenses que viven fuera, de exiliados también, en lo personal agradezco a la vida de haber encontrado muchísima gente solidaria.

RD: ¿Agenda Propia, que tal?

PO: Con Muchas ganas de seguir en la lucha por la libertad de prensa en Nicaragua, el proyecto Agenda Propia, comenzó en febrero de este año y nos alegra muchísimo, ver la cantidad de gente que nos escribe o que simplemente comparte los contenidos de agenda propia. Sobre todo, porque no somos un espacio informativo cien por ciento, el centro de nuestro trabajo tiene que ver con que diferentes personas y actores políticos sociales y económico puedan compartir su punto de vista y visiones sobre determinados temas.