La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) a través de una carta a la Presidencia pro tempore de la Organización de Estados Americanos (OEA), pidió que el Consejo Permanente actúe con firmeza y haga cumplir el principio de inviolabilidad, privilegios e inmunidades de sus oficinas nacionales, como respuesta al atropello perpetrado por el gobierno de Nicaragua.

“En la comunicación transmitimos la importancia que tiene para la OEA brindar una respuesta contundente y ejemplarizante ante esta violación y que fue solicitada por los dieciséis representantes y el observador permanente en la última sesión ordinaria el 27 de abril”.

A la vez solicitaron una reunión a consultas de ministros de relaciones exteriores, bajo el artículo 61 de la Carta de la OEA.

La UNAB en la misiva recuerda que los ministros de relaciones exteriores entonces, en su resolución OEA/Ser.F/II.27 RC.27/RES .1/12 rev. 3, reiteraron la vigencia del principio de inviolabilidad y manifestaron su total solidaridad con el gobierno ecuatoriano, recordando las obligaciones de absoluto respeto a la integridad de instalaciones, personal y propiedad de las legaciones diplomáticas por parte de los estados receptores bajo la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

“La Unidad Nacional Azul y Blanco exhorta y demanda a la OEA a actuar con firmeza para sentar un precedente, porque de no hacerlo, quedará en entredicho la inviolabilidad de todas las sedes de organismos intragubernamentales y misiones diplomáticas acreditadas en Nicaragua y en el mundo”, describen en la carta.

Cabe mencionar que Canadá, Estados Unidos, Brasil, Grenada y Antigua y Barbuda solicitaron a la Organización de Estados Americanos (OEA) abordar una sesión extraordinaria del consejo permanente para tratar sobre “La toma de oficinas de la OEA en Nicaragua”. La reunión ya fue agendada para este viernes 13 de mayo a las 9:30 am.

El gobierno de Ortega en abril pasado dio la orden de confiscar la sede de la OEA y el inmueble fue declarado de utilidad pública para funcionar como “museo de la infamia” bajo dirección del Instituto de Cultura.