Yaritzha Juddyth Rostrán Mairena, se quedó a orillas de graduarse como Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la UNAN Managua. El régimen de Daniel Ortega la privó de continuar sus estudios y le decretó “muerte académica”.

De hecho, Yaritzha, se preparaba para su trabajo de final de graduación, un proyecto de grado sobre la incidencia de la juventud a través de una mesa nacional dentro los partidos políticos.

Al terminar sus estudios en la UNAN, Yaritzha, se veía laborando para el área de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional o bien optar a ser de los rostros en el país que representara al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Esta joven de 27 años, ahora permanece en el exilio y espera retomar sus estudios en la Universidad de Costa Rica.

Te presentamos la entrevista dominical: La vida en el exilio de Yaritzha Rostrán Mairena:

¿En tu memoria, qué cosas de la universidad en Nicaragua extrañas?

El trato con mis compañeros y compañeras, yo no soy muy sociable, sin embargo me gustaba aprender lo que ellos decían y hacían, y también la esperanza, extraño que la Universidad me daba la esperanza de tener un mejor futuro, no es que no lo pueda retomar ahora, yo voy a volver a estudiar, sin embargo en esos tiempos eran como días pacíficos.

¿Cómo era un día de Yaritzha Mairena camino a la universidad?

Nunca he sido una alumna muy aplicada, nunca he tenido malas notas, he tenido problemas emocionales a lo largo de mi vida así que la situación económica y las situaciones emocionales hacían que mis días en la universidad fueran inusuales. Me esforzaba demasiado para prestar atención, siempre estaba sofocada o no quería estar en clases, me aburría constantemente, sin embargo, siempre aprendía algo nuevo y eso es lo más importante. La carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales que yo estudiaba, es muy bonita porque te enseña a ver el mundo desde una perspectiva diferente y eso es lo que más extraño.

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¿Cuál era tu materia favorita?

Ciencias Políticas. En el último año tuvimos un maestro excepcional que había estudiado en Rusia de hecho, y nos enseñaba de una manera muy lúdica y profesional, nos daba a leer muchos libros y aunque la clase era bien pesada, descubrir todas esas cosas para una chavala como yo que venía de un barrio sin posibilidades, me ayudó a comprender como funciona el mundo.

¿Al terminar tu carrera te visionabas en una empresa o tenías algún proyecto?

Estaba interesada en la política, de alguna manera mis amigos estaban trabajando en partidos políticos o embajadas de países exteriores, entonces mi proyecto de vida era trabajarle al estado como tal porque siempre he tenido la visión de trabajar para Nicaragua, de trabajar para el país, ayudar a que Nicaragua progrese, y pues quería poner mi granito de arena en eso y de hecho quería trabajarle al estado pero también quería entonces crear algún proyecto con los partidos políticos para la incidencia juvenil. Mi proyecto de grado de hecho, era la incidencia de la juventud en una mesa nacional para incidencia política dentro de los partidos.

Quería trabajar en el área de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional. Realicé mis pasantías en esa área en 2016 y pensaba regresar en 2018 y solicitar trabajo. En algún momento quería optar para trabajar en el Ministerio de  Relaciones exteriores y trabajar en lo que era la diplomacia Internacional.

¿Retomaste tus estudios fuera de Nicaragua?

Estoy retomando mis estudios, me exilié en Costa Rica, por la persecución constante y aparte voy aprovechar estos años de exilio para retomar mi carrera, quiero sacar una carrera en la Universidad de Costa Rica, y voy a estudiar Administración Pública porque siempre he querido aportar en algo a Nicaragua en su funcionamiento desde, o talvez estudiar algo de Relaciones Exteriores, algo que tenga que ver con Política Internacional que era lo que yo siempre había pensado.

¿Si recordás todo lo vivido desde 2018, cómo mides el daño a tus aspiraciones profesionales?

No solamente me quitaron mi carrera, los esfuerzos que hice, yo soy de una familia muy pobre y realmente llegar a la universidad para familias como la mía es un logro y un esfuerzo increíble porque nadie te da oportunidades en este mundo y aunque la educación sea gratis requiere de un gran gasto que muchas veces no se tiene.  Nosotros con costo teníamos para comer, y a veces tuve que dejar de comer literalmente para poder estudiar y eso es bastante difícil porque no son condiciones para llevar una carrera no, sin embargo, me esforcé y ya estaba en quinto año. He perdido cuatro años en los que habría hecho un postgrado, una maestría, un doctorado, no lo sé. Sería una profesional con mayor nivel. Sinceramente siento que el daño de la dictadura es constante, vive conmigo día a día, es un recordatorio de lo que me quitaron y de lo que me están quitando todavía, la oportunidad de ser lo que yo siempre he querido ser y lograr todas mis metas. 

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¿Si estuviera en tus manos, qué cambios harías al sistema de educación nicaragüense?

Lo primero es una reforma a la Ley de Autonomía, de hecho desde la Coordinadora universitaria se hizo una propuesta de reforma a la Autonomía Universitaria que implica el tema  movimiento de los movimientos estudiantiles, es decir, que haya una pluralidad de movimientos porque actualmente las universidades de Nicaragua tienen un monopolio por parte de la UNEN lo que ha permitido una gran corrupción y un mantenimiento de líderes estudiantiles que se han encarnado en los cargos y que tienen una vinculación directa con el Frente Sandinista de Liberación Nacional, entonces esa es la parte más importante de la reforma el hecho que se pluralicen los movimientos estudiantiles. Con eso logras tener una cuota en el Consejo Universitario que te va a permitir hacer otras reformas de fondo o reformas que ya son cuestiones de Pensum, digamos usar mejor el presupuesto porque la corrupción no permite que en las universidades subsidien el 6% y teniendo un movimiento estudiantil que si defienda los derechos estudiantiles o varios movimientos que lo defiendan, vamos a tener la oportunidad de mejorar los laboratorios, de mejorar la calidad y sobre todo en algo que yo he hecho hincapié siempre es ponerle atención a la extensión universitaria, es decir que los universitarios del país sepan lo que necesitan las comunidades de Nicaragua, y se preparen para que el país progrese, no solamente para tener una carrera, para ser profesionales, sino también para logar que el país se desarrolle y se profesionalice, es importantísima que la parte de la extensión universitaria la vean los movimientos estudiantiles y que sea un eje central de las políticas de las universidades en el país.