La organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) destaca en su informe anual de mujeres víctimas de femicidio, que en 2022, se registraron un total de 68 muertes violentas en contra de mujeres y niñas nicaragüenses.

“Los femicidas son hombres que perpetraron y acabaron sus vidas, la mayoría de los casos, los agresores pretendían conservar y reproducir el sometimiento y la subordinación de éstas derivados de relaciones desiguales de poder”, señala el informe.

El informe también señala que las muertes de estas mujeres dejaron en la orfandad a 66 niños y adolescentes. “Se reconoce la necesidad de acompañar y protegerlos, quienes normalmente son olvidados, en medio de la confusión y el dolor de un femicidio”, advierte la organización.

Por otro lado, CDD también menciona que es importante reconocer que en 2022 11 mujeres nicaragüenses fueron asesinadas en el extranjero. “La violencia machista está presente en todas partes del mundo, por lo que es alarmante que en el extranjero 11 mujeres nicaragüenses fueron asesinadas cuando buscaban un mejor horizonte para ellas y sus familias”, señala la organización.

La mayoría de casos de femicidio el año pasado se registraron en Managua y la Costa Caribe Norte. Solo en la capital hubo un total de 15 muertes violentas de mujeres, mientras que en la Costa Caribe Norte hubo un total de 11 mujeres asesinadas.

En el caso de León, el organismo registra un total de 6 mujeres asesinadas, mientas que en Chinandega se presentaron dos casos. La mayoría de las víctimas se encontraba en las edades entre 18 y 34 años de edad, mientras que 10 de ellas eran menores de edad.

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Del total de 68 femicidios, 21 de los casos se mantienen en total impunidad sin que se haya abierto una investigación sobre el caso, o se haya detenido a los presuntos autores de estos crímenes.

Ante estas alarmantes cifras, la organización Católicas por el Derecho a Decidir, insta a todas las mujeres y niñas a denunciar la violencia de las que son víctimas en sus hogares u otros espacios, y a la sociedad nicaragüense, a acompañar a las mujeres violentadas.