Ángela Saballos es una voz suave que encierra una gran experiencia periodística. Detrás de sus palabras siempre amables, hay una pluma experta y la tenacidad de quien abrió a “empujones” las puertas del periodismo a sus congéneres en la década de los sesenta. 

Radio Darío conversó con “Angelita”, como de cariño la conocen sus colegas, sobre su paso por el periodismo en plena dictadura somocista, para hablar de sus añoranzas del periódico impreso y de su último libro, que actualmente se vende en línea, a través de Amazon.  

Creó y condujo sus propios programas de televisión y de radio, fue columnista en distintos diarios y entrevistó a políticos y artistas de todo el mundo.

Angelita ¿Cómo evolucionó la apertura de los medios de comunicación para las mujeres periodistas?

Inicié mi carrera de periodismo en La Prensa en el año 1969. Tuve que aventar puertas para que las periodistas del futuro entraran con más facilidad a los medios de difusión como ahora. 

En mi tiempo, recuerdo que al menos 10 años trabajé sola en la redacción del periódico, no había otras mujeres, poco a poco abrimos camino para que pudiéramos entrar a trabajar con la misma fuerza y derecho que lo hacían los hombres.

En ese entonces los Somoza cerraban el periódico a cada rato, entonces tenía que buscar otras alternativas de trabajo y por eso también estuve en el Canal 2 y en un programa bellísimo que formulamos tres compañeras en Radio Mundial. Enfrentamos la censura pues teníamos que mostrar todo nuestro material a una guardia con su rifle, eso para poder transmitir. Hoy estamos ante una generación pujante. Una generación que me llena de orgullo por la cual yo luché.

¿Qué significa el cierre de los medios de comunicación escritos en nuestro país?

El periódico fue mi universidad y mi posgrado. En La Prensa teníamos como jefe a Pedro Joaquín Chamorro, Pablo Antonio Cuadra como subdirector, Danilo Aguirre era nuestro jefe de redacción, antes fue Horacio Ruiz, eran catedrales del periodismo en Nicaragua, entonces toda esa sabiduría toda esa capacidad instalada que había, todo ese conocimiento en papel ahora se pierde. 

Aunque ahora todo mundo ya tiene la información en línea, yo todavía espero mi periódico cada mañana para leerlo al atardecer y entender qué sucedió durante el día. Como persona que ama leer y que vive de las noticias me interesa todo lo que pasa en el mundo para saber qué sucede con el ser humano en cada uno de los espacios y para mí es muy duro que no tengamos esa herencia informativa. 

Su última obra ¿De qué trata?

Esta es mi segunda edición de Conversaciones con Nueve Creadores. Es una serie de entrevistas con Gabriel García Márquez, Eduardo Galeano, Graham Greene, Emilio Carballido, Jorge Enrique Adoúm, Mario Benedetti , Osvaldo Guayasamín, Roberto Fernández Retamar y Claribel Alegría, poeta amadísima de Nicaragua. Es como una degustación de todos ellos y ella.

Los entrevisté en Madrid, en México y a Claribel la entrevisté en Nicaragua claro, porque era vecina de toda la vida desde que vino al país.  Era como una mamá, hermana, prima, amiga. Persona que inspiraba, un compendio de maravillas y justo “maravilla” era uno de sus calificativos favoritos.

Escucha la entrevista:

¿Cómo fue tu encuentro con Mario Benedetti?

Mario Benedetti era muy amigo de Claribel Alegría. Lo llamé por teléfono y contestó de inmediato. Recuerdo llegué a su apartamento y me impactó que, al entrar, a orillas de la puerta estaba una bolsita de regalo y era la basura, o sea, tan prolijo era el ambiente que compartía con su esposa Luz, que hasta la basura parecía un regalo, bien empacadita. 

Él me abrió la puerta y me sorprendieron sus ojos alegres. Me recibió con un poema y una gran sonrisa, como si me conociera de toda la vida. Era una persona entregada a la gente porque la gente también lo amaba y naturalmente, amor con amor se paga. Lo conocerán más a través de sus respuestas en la entrevista que está en mi libro. 

¿Y la entrevista a Gabriel García Márquez? ¿Qué tal?

Eso fue un show y una aventura. Cuando me acerqué a su casa en México, vi en la puerta una nota dirigida a mí. Me indicaba que me fuera al aeropuerto porque él debía asistir a un entierro en Cuba y yo dije, “okey, vamos a ver ese entierro”. 

Era el entierro de Alejo Carpentier. Necesitábamos una visa y al final las visas no llegaron a tiempo, de modo que el vuelo nos dejó y debimos regresarnos a su casa. Ese día y el siguiente hubo una conversación maravillosa con él y todos sus amigos. Realmente en esa casa llegaba mucha gente y Mercedes, su esposa, era muy querida.

Al día siguiente lo acompañé en un segundo intento de viajar y nos montamos al avión. Abordamos, despegamos y dimos vueltas y vueltas. Finalmente aterrizamos, pero no en Cuba, sino en México, porque el aeropuerto de la Habana estaba tomado por el grupo del M19, que había salido de Colombia y que tenía diplomáticos de rehenes. 

Para mí fue una gran vivencia. Conocí a un García Márquez como una persona más cercana, más normal, lo recuerdo como una persona que bromeaba mucho. 

¿Qué significa Conversaciones con Nueve Creadores en tu vida?

Yo creo que es una obra que tiene conversaciones cercanas como que estás en la sala de tu casa platicando con ellos. Son entrevistas en diferentes años, no tienen siempre una conexión temporal. Allí queda plasmada la inteligencia de cada entrevistado y su capacidad de amar a la humanidad. 

Son entrevistas diversas y recopiladas en un montón de años. Entonces las junté e hice el libro que ahorita está en su segunda edición en Amazon lo que para mí es un gran triunfo. Está desde septiembre de 2022 en esa plataforma, pero en aquel momento murió mi madre y yo quedé golpeada, como “lora lampareada”.  Hasta ahora estoy impulsando el libro. 

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Foto de la entrevista de Ángela Saballos al escritor Gabriel García Márquez

Conversaciones disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/Conversaciones-creadores-Spanish-%C3%81ngela-Saballos-ebook/dp/B0BDQHN5FT

¿Hay obras no publicadas? 

Ahorita voy a empezar a escribir otra. Además, tengo un libro de cuentos que ganó una impresión en el Centro Nicaragüense de Escritores hace diez años, y aquí no seré modesta, es un buen libro. Yo me autocritico de una manera atroz 

Cierre: 

Conversar con Ángela Saballos resulta inspirador e invita a la ciudadanía a consumir a escritores nacionales. Antes de despedirse, la escritora nos compartió su lema de vida, el cual retomó del poema de Claribel Alegría: “No puede conmigo la tristeza. La arrastro hacia la vida y se evapora”. 

Así es el optimismo de Saballos, la primera mujer reportera del desaparecido periódico La Prensa y quien aún guarda sus grabadoras antiguas, desde las más grandes que utilizó en los sesentas, hasta las más pequeñas. Ella abrió las puertas de las redacciones en una Nicaragua atrasada, que se cimentaba en un periodismo hecho por hombres.