La represión en Nicaragua a raíz de las protestas antigubernamentales que iniciaron en el 2018 no sólo dejaron personas asesinadas, exiliadas, desaparecidas o arrestadas, también ha afectado emocionalmente  a mujeres quienes han tenido que lidiar solas con la crianza de sus hijos cuyos padres están confinados en  alguna cárcel por un delito que no cometieron.

En la entrevista dominical conversamos con Bertha Valle, periodista nicaragüense, esposa del reo político Félix  Maradiaga, quien tiene más de un año tras las rejas en Auxilio Judicial.

Bertha se ha convertido en un bastión de la denuncia a nivel internacional, ella se describe con una mujer que ahora vive de la fe y la esperanza en Jesús.

Valle nos relata el proceso doloroso de poder explicarle a su hija la ausencia de su padre, además como sobrevive en el exilio y las ganas inmensas de que haya un acuerdo que ponga en libertad a su esposo y al resto de personas presas políticas.

¿Cómo describes en un minuto a Bertha Valle?

Yo me considero una persona que trata de vivir auténticamente, los que me conocen saben que la Berthita sigue siendo la misma persona, llevo una vida auténtica soy una creyente en Jesús nuestro señor y salvador, trato ahora que tengo más madurez, de vivir una vida basada en el ejemplo y amor de Cristo y es mi fortaleza, trato que me defina como persona en cada acción que yo hago.

¿Cómo ha sido para Bertha Valle ser la esposa de un reo político?

Ha sido muy doloroso, pero también me ha llevado a tener que asumir una gran responsabilidad, en estas circunstancias no es sólo abogar por la libertad de mi esposo, Félix Maradiaga, sino también la de más de 200 personas presas políticos en Nicaragua, creo que ha sido un proceso transformador para mí, yo pase de ser comunicadora a ser defensora de derechos humanos y eso ha conllevado también mucho esfuerzo, disciplina y también sensibilización alrededor de la importancia de la libertad.

¿Qué es lo más doloroso que has vivido en la crianza sola con tu hija en este último año?

Lo que miramos en la narrativa de los medios oficialistas es que nuestros familiares están en perfectas condiciones, entonces insistimos hay una intención para deslegitimar a los familiares en su denuncia, entonces para nosotros eso continúa siendo un agravio a las condiciones a las cuales están y finalmente el hecho de que los llaman bajo un figura jurídica que no existe en un sistema donde ni siquiera se les notifica a los juzgados vemos una intención de denigrarlos a ellos, no creo yo que el régimen tenga con esta exhibición, voluntad de liberar a nuestros familiares.

¿Qué sentiste cuando viste a Félix exhibido?

En esta oportunidad para todos los que pudimos ver esa foto, Félix ya salió por segunda vez después de más de 12 meses, salió convencido de que tenía que mandar un mensaje de fuerza de esperanza y de fe y miramos su rostro sonriente con ese puño cerrado que significa resistencia, entonces cuando vimos eso me alegró muchísimo y me  llenó de tanto orgullo y esperanza y lo único que yo pensé es que si él está así en condiciones de tortura a pues yo tengo que resistir con fuerza y esperanza y en el caso de Alejandra la vez pasada me dijo que a su papa lo había visto viejito, que ese no era su papa y entonces cuando yo le dije mira tú papa te manda un saludo con esta sonrisa y una foto y dijo wow mi papi ahora parece de 20 años, claro ella lo miro y en esta ocasión pudimos ver a un Félix fuerte.

Sos Bertha como un pulso de la Comunidad Internacional, ¿Cambiará algo que el mundo haya visto a los presos políticos?

Creo yo que si seguimos insistiendo en el respeto de los derechos humanos, si seguimos insistiendo que no debe haber mayor impunidad al régimen, es posible que la Comunidad Internacional  continúe con lo que ha estado haciendo…Yo creo que la Comunidad Internacional tiene la capacidad de buscar estos espacios de encuentros de diálogo como dijo el Papa Francisco, creo que hay que aprovechar estos llamados a la cordura y creo que allí la Comunidad internacional juega un rol muy importante, yo espero que otros estados puedan acercarse y que aboguen por la liberación de los presos políticos de Nicaragua.

¿Crees que es posible dialogar con Daniel Ortega?

En el caso de considerar un dialogo como las figuras que habíamos tenido en el 2018, yo creo que no es posible hacerlo, creo que el régimen ha mostrado cero voluntad para hablar como se hizo en ese entonces  ahora cuando hablamos de estos encuentros no estamos hablando de un dialogo sin ningún tipo de condiciones, entonces para acercarse el régimen tiene que dar voluntad y eso se traduce entonces en la liberación de los presos políticos.

¿Qué es lo que más extrañas de Nicaragua y cómo has sobrevivido en el exilio?

Hace poco tuve la oportunidad de estar en Costa Rica, cuando llegue en el aeropuerto de San José dije wow estoy a unos kilómetros de Nicaragua, me dio una nostalgia que casi me pongo a llorar, imagínense ustedes, que triste es que a un nicaragüense se le niegue la entrada a su país…a mí me encantan los nacatamales los domingos, uno aquí en Estados Unidos uno encuentra sus cuantas fritangas, pero no es lo mismo uno extraña todo, a la familia, a los amigos, uno extraña su casa, la rutina, una iglesia, vos sabes que es algo que a mí me duele mucho haber dejado mi iglesia, la comunidad que uno tiene, el hecho de ir a la playa y todas estas cosas que tuvimos que dejar de la noche a la mañana para resguardar nuestras vidas…gracias a Dios aquí en el exilio mi familia me recibió y estuve viviendo de casa en casa, ahora estoy más estable, viviendo con mi suegra, Alejandra y mi papá y mi mamá.

¿Cómo te sueñas Nicaragua para poder regresar?

Yo creo que lo primero es un tema de seguridad, desafortunadamente las políticas de odio que ha implementado el régimen a sus fanáticos, es algo que a mí me preocupa muchísimo, entonces es algo que yo no me sentiría segura en un país en donde se nos han señalado a cualquier persona disidente como algo que hay que exterminar, creo yo que tiene que haber un proceso de garantizar la seguridad y de garantizar la seguridad de las personas que quieran regresar a su país y eso no lo digo sólo por mí, lo digo por todos, tienen que haber condiciones para el retorno seguro de los miles de exiliados que han salido del país y por otra parte mi regreso está ligado a libertad absoluta e incondicional de mi esposo, a mí no se me ocurre regresar al país mientras él esté secuestrado, porque nos ponen en mayor vulnerabilidad, bueno pero el anhelo está allí, yo creo que pronto podré regresar a mi país y que vamos a poder tener esta oportunidad de reconstruir Nicaragua.