Para una comerciante, un taxista y un  juez, fallecidos en los últimos días en Chinandega no hubo honras fúnebres. Tienen en común que enfermaron y murieron en el Hospital General España, de donde se confirmó salieron directamente al cementerio.

Estas muertes sin velorios mantienen alarmados a la población, quienes deducen que la causa de muerte es el coronavirus, ya que en el resto de países del mundo donde millones han muerto por la pandemia, las víctimas son sepultadas tras morir sin ningún tipo de ceremonia.

A mediados de la semana pasada el fallecimiento de una comerciante de  70 años causó revuelo. Por décadas, la mujer vendió zapatos en un tramo del mercado central y aunque era muy apreciada en el centro de compras, conocidos no pudieron darle el último adiós. supuestamente, la fémina sufrió un paro respiratorio y fue sepultada dos horas después de su muerte sin el  acompañamiento de la mayoría de sus familiares. 

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Hijo de taxista asegura que esconden información

A la lista de  personas sepultadas sin ninguna ceremonia se suma un taxista de 59 años. Uno de sus hijos radicado en Costa Rica dijo que el hombre fue trasladado por complicaciones de salud al hospital donde lo aislaron casi de inmediato. Luego de que le realizaron la prueba de Covid-19, el estado general del taxista empeoró y murió el viernes 01 de mayo a las 03 de la mañana sin haber conocido los resultados de las pruebas. 

El hijo del taxista se identificó como Silvio González y dijo a la periodista Lucía Pineda, que les notificaron de la muerte de su padre:“a mi hermano lo llamaron solo para indicarle donde sepultarían a mi padre pero no le permitieron ni siquiera acercarse. cómo se yo que mi padre iba en ese ataúd? reclamaba González, quien advirtió a los chinandeganos que el taxista murió por el coronavirus pero que el gobierno no quiso admitirlo. En una conversación telefónica sostenida con su padre días antes que él muriera, este le indicó que habían varias personas aisladas por la misma causa. 

Las noticias funestas siguieron llegando con la muerte de un juez chinandegano en el mismo hospital. Tras varias semanas de hospitalización, el funcionario de la Corte Suprema de Justicia se rindió a la muerte.

El juez, ingresó al centro asistencial por supuestas complicaciones de pancreatitis pero su condición empeoró dentro de la Unidad de Cuidados Intensivos en el  Hospital España y murió. Sus compañeros de trabajo supuestamente fueron informados que no habría vela. Un pariente cercano, explicó que el reconocido abogado de 65 años fue sepultado este mismo domingo por orientaciones del Minsa para evitar aglomeraciones ante la amenaza de la pandemia y negaron que el deceso estuviese vinculado al coronavirus. 

Coincidentemente, a la 11 de la mañana del mismo domingo, el secretario del Ministerio de Salud Carlos Sáenz , admitió la quinta muerte por el Covid-19 en nuestro país. Sáenz, dijo que el fallecido también tenía 65 años.

Agregó, que hay 3 casos activos con coronavirus y más de una decena de personas en seguimiento. Mientras el vocero aún cierra sus comunicados afirmando que no hay contagio comunitario, miles de personas no le dan crédito a sus alocuciones y desde hace semanas utilizan mascarillas, guantes y alcohol gel en sus actividades habituales. 

Estas muertes sin velorios resultan dudosas para la población. La ausencia de información oficial por parte del Ministerio de Salud hace que la incertidumbre gane la batalla en Chinandega y que la especulación reine en este departamento del occidente del país.

El acceso al Hospital General España de referencia departamental en Chinandega es cada vez más restringido. Cerca de 30 familiares de pacientes fueron retirados la noche del viernes 01 de mayo de las salas y pasillos sin muchas explicaciones. 

“No sé qué pasa, los vigilantes solo te sacan y ya. Si aquí está el coronavirus que nos digan para llevarnos a nuestros pacientes”, dijo una de las familiares expulsada del centro hospitalario. Otro pequeño grupo oraba en los portones del centro invocando protección divina ante la pandemia. 

La falta de transparencia por parte del Minsa no permite hacer un balance de la cantidad de casos registrados por zona, por lo que discernir acerca de la gravedad de un brote infeccioso en Chinandega partiendo de datos oficiales es imposible. La Unidad Médica Nicaragüense advirtió a través de sus representantes, que amenazas de despidos penden sobre el personal del salud. A pesar de ello, los datos se siguen filtrando sobre todo en centros hospitalarios ubicados en los departamentos.

Chinandega comparte fronteras con la vecina nación de Honduras azotada ahora por la pandemia. Solo 45 kilómetros separan a este  departamento del país hondureño que a esta fecha ya registra 1,055 contagios por coronavirus y 82 fallecidos por esta causa.