Voz de América

A lo largo de la frontera sur de Estados Unidos, dos ciudades —El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, México— se alistaban el domingo para la llegada de hasta 5.000 migrantes más al día una vez que concluyan las restricciones migratorias relacionadas con la pandemia en los próximos días, poniendo en marcha planes para brindar albergue de emergencia, alimentos y otros servicios básicos.

Ricardo Samaniego, juez del condado El Paso, dijo el domingo a The Associated Press que la región, en donde se encuentra uno de los cruces fronterizos de mayor actividad en el país, estaba coordinando labores de albergue y reubicación con organizaciones no gubernamentales y con otras ciudades.

También solicitó al gobierno estatal y federal el envío de ayuda humanitaria en un momento en que se prepara para una oleada masiva de nuevos migrantes a partir del miércoles, cuando se tiene programado el fin de la medida de salud pública Título 42.

Esa regla ha sido utilizada para disuadir a más de 2,5 millones de migrantes a cruzar la frontera desde marzo de 2020.

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Los constantes cambios en las políticas dificultan los planes, comentó Dylan Corbett, director de Hope Border Institute, una organización católica que asiste a migrantes en Ciudad Juárez y El Paso. El grupo inició la clínica hace dos meses.

“Hay mucho dolor contenido”, comentó Corbett. “Me preocupa lo que va a suceder”. Ante el caos de las políticas del gobierno, “la mayor parte del trabajo recae en las comunidades religiosas para tratar de arreglar las cosas y lidiar con las consecuencias”.

Jeff Petion, propietario de una escuela para camioneros en la ciudad, dijo que esta es la segunda vez que acude junto con sus empleados para ayudar a los migrantes en las calles. “Están allá afuera, tienen frío, tienen hambre, así que quería que supiera que no están solos”, señaló.

El alcalde de El Paso, Oscar Leeser, emitió el sábado una declaración de emergencia estatal para acceder a recursos adicionales a nivel local y estatal para la instalación de albergues y demás ayuda urgente.

De los nueve sectores de la Patrulla Fronteriza a lo largo de la frontera con México, El Paso fue el quinto de mayor actividad hasta marzo pasado, y súbitamente se convirtió por mucho en el más popular durante octubre, dejando atrás a Del Rio, Texas, que a su vez había reemplazado a una velocidad vertiginosa al Rio Grande Valley a finales del año pasado.

Se desconoce por qué El Paso se ha convertido en un imán tan potente, en particular en septiembre.

En tanto, un grupo integrado por unos 300 migrantes comenzó el sábado a caminar hacia el norte desde una zona ubicada cerca de la frontera entre México y Guatemala antes de que las autoridades mexicanas los detuvieran. Algunos de ellos querían llegar a la frontera norte el 21 de diciembre, creyendo equivocadamente que el fin de la medida significaría que ya no podrían solicitar asilo.