Luego que pescadores colombianos de la embarcación Mar Azul, denunciaron este martes ser víctimas de asalto por parte de unos elementos, supuestamente de origen nicaragüense, las reacciones de la armada colombiana no se hicieron esperar.

El contraalmirante Hernando Enrique Mattos, comandante de la Fuerza Naval del Caribe de Colombia, dijo a la emisora W Radio que recibieron esa denuncia a través de la torre de comunicaciones a las 10 de la mañana de ese mismo día por parte de los pescadores, por lo que inmediatamente procedieron a presentarse al sitio con una de las lanchas rápidas de guardacostas y al llegar al lugar establecieron comunicación con los afectados.

“Hasta el momento lo que manejamos es la información que brindaron los pescadores. Con respecto al tema que son nicaragüenses (los atracadores), nos informaron que los identificaron por el acento y que estas personas al parecer hablaban en lenguaje creole, que se utiliza en la Isla del Maíz, en la costa miskita y por eso aseguran que estas personas son nicaragüenses”, indicó Mattos.

Precisó que los asaltantes usaban una embarcación civil con dos motores 75 y 7 personas a bordo y que hicieron el asalto a la embarcación Mar Azul, que está autorizada por la capitanía de puerto para pescar en el bajo de Quitasueños y habían zarpado desde el pasado 13 de noviembre.

“Esa es la información que tenemos hasta ahora, pero seguimos ampliando. Los pescadores llegaron el martes 29 de noviembre, a las 2 de la tarde a San Andrés, nosotros los escoltamos desde el área de Quitasueño hasta la isla de Providencia, y de ahí continuaron ellos solos hasta San Andrés”, explicó el contraalmirante colombiano.

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La Armada de Colombia, a través de un comunicado, aseguró que ya notificó este hecho ante las autoridades gubernamentales ante una posible violación de frontera, y que han tomado las medidas pertinentes estableciendo comunicación con las autoridades de Costa Rica, Nicaragua y Honduras con el fin de verificar esta situación para tomar acciones y encontrar los elementos hurtados.

“Asimismo se efectuaron las diligencias pertinentes llevando el conducto regular con una notificación por posible infracción o violación de frontera que pudo suceder, simultáneamente se está garantizando la seguridad en el archipiélago de San Andrés y Provincia, para que los pescadores artesanales sigan haciendo sus faenas de pesca de forma segura”, explica la misiva.

Los afectados denunciaron que las pérdidas ascienden a más de 300 millones de pesos colombianos (más de 62 mil dólares), porque los presuntos atracadores nicaragüenses hurtaron todas las bolsas de langosta, los radios comunicadores y cinco motores fuera de borda que sirven para impulsar las embarcaciones pequeñas.