El dictador Daniel Ortega sugirió  durante su encuentro con el canciller Hossein Amir-Abdollahian, que Nicaragua debe tener su arma atómica, para que  el gobierno de los Estados Unidos respete a los nicaragüenses.  Irán anunció el año pasado que aumentó la producción de Uranio al 60 por ciento y tiene la capacidad de producir una arma atómica.

Los discursos de Ortega muestran su aprobación con los regímenes de Corea del Norte e Irán, países que han fortalecido programas nucleares, por esa razón los Estados Unidos mantiene sistemáticas tensiones con esos regímenes.

El mandatario sandinista tildó de “criminales de la tierra” a los Estados Unidos y les advirtió que no pueden impedir a los países que dispongan de  armas nucleares .

“En las circunstancias que vive el mundo lo que calzaría que todos los países tengan su arma atómica para que nos respeten los yanqui, porque cuando saben que los pueblos disponen de armas  atómicas no pueden someter a sus intereses expansionistas”, apuntó Ortega. Además, señaló que Irán ha compartido esfuerzos por el desarrollo de la energía  atómica para propósitos  pacíficos.

El dictador culpó a Estados Unidos y la Unión Europea de reunirse para “diseminar la muerte” e imponer “operaciones terroristas”. Anadió que   Managua  y  Teherán,  afrontan a un mismo enemigo, “Estados Unidos”.

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En el mismo encuentro, el  Ministro Iraní Hossein Amir-Abdollahian aseguró  que su gobierno prepara una visita a América Latina del presidente Ebrahim Raisi, que incluirá a Nicaragua, aunque no precisó la fecha e  invitó a los Ortega-Murillo a visitar Irán.

Desde  1979, Irán y el régimen sandinista  mantienen relaciones evidenciadas en su enfoque sobre los temas de política internacional, conteniendo el rebote hacia Estados Unidos, país que ha sancionado a funcionarios iraníes y de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo por violar los derechos humanos de sus ciudadanos.

El jueves funcionario Iraní  estuvo  una reunión con directivos  de la Asamblea Nacional, poder del Estado bajo control de Ortega-Murillo,  quienes prometieron ratificar los acuerdos de cooperación y asesorías políticas  que rubricaron los cancilleres de ambos países.

Gustavo Porras presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua y del círculo de poder de la dictadura, dijo al Canciller Iraní que el Parlamento Nicaragüense, garantizaría legalizar cualquier convenio que proceda de Nicaragua con Irán.