La salud de sacerdotes y laicos secuestrados por la dictadura sandinista en la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía, conocida como el Nuevo Chipote, debe llamar la atención de nicaragüenses y comunidad internacional, asegura el defensor de Derechos Humanos, Pablo Cuevas.

“Los religiosos secuestrados han perdido peso, padecen de hipertensión arterial, debilidad en general y problemas en la vista, denunciaron sus familiares”, afirmó el activista de derechos Humanos.

Desde el exilio el padre Uriel Vallejos dijo en su cuenta de Twitter que los clérigos se encuentran enfermos, tienen perturbaciones en la visión, oídos, entre otras enfermedades.

Asimismo, el activista de Derechos Humanos Pablo Cuevas dice que los familiares del sacerdote Enrique Martínez Gamboa temen lo peor.

“El cura Martínez Gamboa es un enfermo crónico, padece de presión arterial y a la fecha, los policías del Chipote se han negado a recibir las medicinas a sus familiares” asegura Cuevas.

El defensor de Derechos Humanos dice que es delicada y preocupante lo que están viviendo los sacerdotes, mientras sus familias tienen miedo de denunciar las crueldades a las que están siendo sometidos”, subraya.

La Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos, se ha hecho cargo de elevar las denuncias a los medios de comunicación y a la comunidad internacional de los familiares del sacerdote Martínez Gamboa, quien ha presentado deterioros en su salud, expresó Cuevas.

Los parientes del cura Enrique Martínez Gamboa llevan varias semanas tratando de ingresar al penal, las medicinas, “pero los carceleros no permiten”, denunció el defensor.

El Cardenal Leopoldo Brenes Solórzano dijo a los medios de comunicación nicaragüenses que el obispo Rolando Álvarez, secuestrado por órdenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se encuentra bien de salud.

Mientras usuarios de redes sociales han demandado del Cardenal Brenes que diga dónde se encuentra monseñor Álvarez y que la Conferencia Episcopal, asuma una actitud de defensa hacia los religiosos detenidos injustamente.

El padre Vallejos advierte que la salud de monseñor Rolando Álvarez se encuentra quebrantada, versión que contradice lo afirmado por el Cardenal Brenes.

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Vallejos asegura que los sacerdotes y laicos secuestrados por la Policía no pueden estar bien en condiciones infrahumanas, mal alimentados, bajo encierro y sin atención médica especializada y tratos degradantes.

El abogado Pablo Cuevas afirma que comparte planteamientos del cura Vallejos y las denuncias de los familiares de los sacerdotes, porque, además, de estar privados de libertad, también le violentan sus derechos a la salud.

“Como Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos estamos documentado las denuncias que los familiares nos han hecho llegar y concluimos  que Ortega y Murillo  está aplicando un  protocolo de tortura, de sometimiento”, cuestionó.

Opositores aseguran que Daniel Ortega ha incrementado los ataques contra la iglesia Católica nicaragüense a quien culpó de apoyar la rebelión de  abril de 2018.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos -Cenidh- denunció en un reciente informe que la dictadura sandinista ha secuestrado a sacerdotes y al menos treinta fueron desterrados al no permitirles su ingreso a Nicaragua y otros se han ido al exilio para evitar ser encarcelados.