El campesino Luis Orlando Pineda Icabalceta desapareció una tarde de julio del 2018.  El hombre originario del municipio El Morrito, Río San Juan, estaba vinculado a movimientos ciudadanos que expresaban su abierto descontento contra el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, un día de tantos no volvió a casa.   

Pineda fue llevado a Managua,  trasladado a una oscura celda de Auxilio Judicial. No había cargos, orden de detención ni abogado que lo amparara.

Dos meses después de la desaparición de Luis Orlando entró otro reo. De inmediato se reconocieron “Wicho ¿estás aquí?” –le preguntó-“Róger hermano, que haces aquí por Dios” dijo Luis con la voz entrecortada

Fue así como Luis Pineda y Róger Espinoza entendieron que se habían convertido en presos políticos por criticar al régimen.

Captura de pantalla 711
Desaparición forzada, estrategia de las Dictaduras para infundir terror 3

Pineda y otros campesinos fueron acusados de terrorismo y de haber asesinado a un grupo de policías en El Morrito.

Más de 200 presos políticos actualmente en Nicaragua han sufrido primeramente desaparición forzada, según modificaciones arbitrarias, los reos de conciencia han pasado de uno a tres meses bajo investigaciones y sin que sus familiares y abogados sepan de su paradero o estado de salud.

“La desaparición forzada es cuando están bajo la custodia del Estado y no dan razón ni explicación, como ocurrió en sus inicios con varios presos políticos de Nicaragua desde las protestas del 2018, violentándole de esta manera varios Derechos Humanos”, señaló Aylin Cruz, abogada de Acción Penal.

DESAPARICIÓN FORZADA ES MODUS OPERANDI DE LOS ORMU

A  través de redes sociales defensores de derechos humanos y opositores en Nicaragua aprovechan para denunciar casos de desaparición forzada como el leído en Facebook del Movimiento Acción Democrática, “En el marco del día internacional de las personas desaparecidas, demandamos a la dictadura que muestren ya a los sacerdotes que se encuentran en estado de desaparición forzada”, agregan.

WhatsApp Image 2020 04 05 at 1.18.29 PM
Desaparición forzada, estrategia de las Dictaduras para infundir terror 4

Róger Espinoza, excarcelado político asegura que posterior al mes de mayo del 2018 el régimen de Daniel Ortega decidió llenar las celdas de opositores y fue allí donde se empezó a hablar de desapariciones forzadas, puesto que los familiares no obtenían nada de información de sus seres queridos.

También puede interesarte: Dora María Téllez luce delgada y pálida en exhibición de presas políticas

Este 30 de agosto se conmemora el día internacional de la desaparición forzada, fecha declarada por la Organización  de la Naciones Unidas (ONU) paras recordar a las personas secuestradas, detenidas o reportadas como desaparecidas.

La desaparición forzada es utilizada por muchas dictaduras para infundir el terror en las familias. La inestabilidad emocional que genera dicha práctica  no se limita a afectar a los desaparecidos, sino a sus familiares, a la comunidad y al resto de sociedades.

La desaparición forzada  es provocada por regímenes autoritarios que no aceptan el libre pensamiento de los ciudadanos, una dictadura puede llegar a generar  con las desapariciones un desborde de inseguridades y provocar que las personas con opiniones contrarias, emigren masivamente como ha ocurrido en Nicaragua.

Algunos de los Derechos Humanos violentados que provocan las desapariciones forzadas son; el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica, el derecho a la libertad y seguridad de la persona, el derecho a no ser sometido a torturas ni a otros tratos, penas crueles, inhumanos o degradantes y el derecho a la vida, en caso de muerte de la persona desaparecida.

También puede interesarte: Inventan “audiencia informativa” para exponer a reos políticos

Además se violenta el derecho a una identidad, el derecho a un juicio imparcial y a las debidas garantías judiciales, el derecho a un recurso efectivo, con reparación e indemnización y el derecho a conocer la verdad sobre las circunstancias de la desaparición.

 Las  desapariciones también suponen en general una violación de diversos derechos de carácter económico, social y cultural, tanto para las víctimas y a sus familias como el derecho a la protección y a la asistencia a la familia, el derecho a un nivel de vida adecuado, el derecho a la salud y el derecho a la educación.

Luis Pineda y Róger Espinoza salieron de la cárcel a través de la Ley de Amnistía, ambos vivieron el terror del secuestro y sus familias el temor de sus desapariciones.  En el país este tipo de detenciones siguen ocurriendo en total impunidad, sin que ningún funcionario haya sido castigado por ello.