Después del destierro y separación de su familia, Tamara Dávila lucha por vencer secuelas junto a su hija
Ambas asisten a sus terapias para afrontar estos nuevos cambios y de “esa forma evitar que los traumas les pasen factura con el tiempo”

El dolor de una madre que es separada de sus hijos es indescriptible. La expresa política del régimen de Ortega, Tamara Dávila lo vivió en carne propia, pero después de tanta espera, ese dolor se coló como el agua del mar en la arena, y su hija de 7 años, a quien no vio por varios meses, volvió a sus brazos, volvió a sentir el amor que solamente una madre tiene para quien es sangre de su sangre y que ninguna Dictadura podrá destruir jamás.
Es por ello que Darío Noticias le dio seguimiento al caso de Dávila y su hija tras ese emotivo reencuentro ocurrido el 6 de abril del presente año. Y en conversación con la madre y expresa política desterrada por el régimen de Ortega a EEUU, Dávila expresó que “ha sido un proceso de muchos cambios, pues mi hija tuvo que dejar su escuela, su país, sus amigos y familia, lo cual no es fácil para nadie. Sin embargo, la felicidad de estar juntas nuevamente para vencer todos los obstáculos”, dijo.
Según la también despojada de su nacionalidad, lo que está viviendo es el anhelo de todos los 222 desterrados de poder reunirse con sus seres queridos, y dejó en claro lo difícil que es la vida del migrante en el extranjero.
En tanto, Tamara y su hija están trabajando la parte psicológica y ambas asisten a sus terapias para afrontar estos nuevos cambios y de “esa forma evitar que los traumas nos pasen factura con el tiempo”, aseveró Dávila al añadir que se siente contenta con los programas que existen para los niños migrantes en EEUU en lo que a inserción al nuevo sistema refiere.
“Desde mi mente le mandé todo mi amor a mi hija, pues no sabía si volvería a verla”.
Tamara Dávila
Desgarradoras fueron las declaraciones que dio la exrea política y defensora de derechos Tamara Dávila al participar en el plenario de la OEA hace un mes. Cabe recordar que Dávila, al igual que muchos fue secuestrada e ilegalmente enjuiciada y condenada por la dictadura Ortega-Murillo en la escalada represiva que Nicaragua ha vivido después de abril de 2018.
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Tamara Dávila
Aunque la Corte Interamericana ordenó revocar y liberar a los presos políticos en 2021. Según Tamara, esta orden fue desacatada por el gobierno de Ortega-Murillo. Mismo que continúa en la misma postura, pues de acuerdo a ella, “la expatriación, destierro y exilio no es liberación”. Dávila relató con voz entrecortada, pero con una firmeza formidable que su detención fue muy violenta para su hija y para ella, y recordó ese amargo momento al expresar que “pese a que abrí la puerta y expresé que me entregaría, los policías rompieron el portón a patadas, asaltaron la casa y desconectaron las cámaras de seguridad. Me golpearon hasta sangrar y me subieron a rastras a una patrulla. Desde mi mente le mandé todo mi amor a mi hija, pues no sabía si volvería a verla”, señaló.
Es importante mencionar que Tamara Dávila estuvo 80 días sin saber nada de su pequeña ni del resto de su familia. Tuvo que hacer una huelga de hambre para que le permitieran verla en julio de 2022.
“Imaginen a una niña de 5 años que presencia el asalto violento de su casa, el lugar que debía ser el más seguro para ella. Personas armadas que se llevan sus cuentos, su diario de nacimiento, su música y que además se llevan a su mamá”, recordó Dávila al enfatizar que no sabían qué responder a las preguntas de la niña cuando quiso saber de su madre. Pese a que Tamara fue liberada hace casi dos meses, finalmente se reencontró con su hija a inicios de abril.
“Ortega violó el derecho tener a una familia en Nicaragua”
Ante ello, Darío Noticias entrevistó también a Pablo Cuevas, defensor de derechos humanos, quien aseguró que el gobierno de Ortega violó una serie de derechos que van desde la privación de tener de una familia, la cual está establecida en las leyes y tratados internacionales en las que Nicaragua es firmante, “pero lo lo más grave son las secuelas psicológicas que nunca van a sanar en estos niños a los que el gobierno de Ortega les apresó a sus padres y los mandó al exilio”, dijo Cuevas al recalcar que en la actualidad existen al menos unos 200 niños cuyos padres están encarcelados o decidieron migrar para evitar el asedio del régimen, y muchos de los menores aún se encuentran sin la presencia de su padre o madre.
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