El mes patrio representa un incremento de gastos en los hogares nicaragüenses. Padres y madres de familia sienten orgullo al ver a sus hijos desfilar por excelencia académica, cuadros rítmicos o en la banda musical, pero esto supone un gasto adicional en una economía estancada.

Los comerciantes del mercado oriental dinamizan las ventas desde que terminan las fiestas patronales en Managua. Guardan los atuendos vaqueros y empieza a verse el azul y blanco de las prendas propias del mes patrio.

Martha López, originaria de la ciudad de Nagarote, tiene tres hijos en edad escolar, dos en primaria y su hija mayor cursa el quinto año de secundaria. Los tres participarán en el desfile patrio. López, es asistente del hogar y madre soltera, a pesar de las grandes dificultades para llevar el sustento a su familia, logró “alistar” a los tres.

“A como pude logré alistar a mis tres hijos este año porque mi salario es de 4,200 pesos al mes. Con costo comemos. Allí los acomodé porque me daban pesar que no marcharan siendo buenos alumnos, aunque sea las camisas y los zapatos son nuevos”, alega López.

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Desfilar cada vez más costoso

Aunque la administración de Ortega pregona que la educación en Nicaragua es gratuita, preparar a un estudiante para su año lectivo no lo es. Sólo los uniformes escolares en este año incrementaron hasta 30 córdobas informó Rosa María Corea, quien tiene 15 años de ser comerciante de uniformes para estudiantes. Con ayuda de su familia los elabora en su casa, donde improvisó un taller de costura  y los comercializa en un pequeño tramo del oriental.

Las ventas de uniformes no han sido las mejores en este año afirma Rosa, quien considera que la gente prefiere que sus hijos marchen con el uniforme que han usado durante el año o que mejor no participen, debido que la población lo que más busca es como llevar la alimentación al hogar.

“Han estado malas las ventas, la gente prefiere llevarse las libras de arroz, las libras de frijoles y que los chavalos se pongan el uniforme de todo el año o el del hermano que ya no le queda, cada día está peor la situación en este país, todo va para arriba”, agrega la comerciante.

Los precios de estas prendas de vestir varían de acuerdo a la calidad y la talla, para niño de 6 a 8 años el pantalón le sale a C$190 o C$220 córdobas, las camisas le salen a C$ 230, C$160, C$190. Para adolescentes las camisas mangas largas se cotizan a C$230, las faldas de tela Sincatex se cotizan entre C$160, C$190 y C$250 córdobas, los precios de los pantalones de tela Sincatex talla grande varia de C$360 a C$380.

Los zapatos escolares también varían según la calidad, talla y el lugar donde se compran. En los mercados populares pueden encontrarse hasta en C$ 550.00 córdobas un par.

Los guantes blancos a C$70 córdobas, las bandas azul y blanco de excelencia académica se cotizan entre a C$100 y 120 córdobas y, mientras que el paquete de tres pares de calcetas o calcetines se venden a C$ 70 córdobas.

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Marchar en colegios privados, aún más costoso

El presupuesto es mayor cuando se trata de la comunidad educativa de colegios privados. Allí advierten a las familias que los vistosos trajes para palillonas, gimnastas o bandas tienen un costo hasta de $80.00 dólares.

“Siempre mi hija iba de palillona. Ahora el traje es demasiado caro y no pude pagarlo. Además, era un traje muy sencillo y costaba demasiado” cuenta Aurora Vázquez, cuya hija cursa segundo año de secundaria en un centro escolar privado de Chinandega. “Imaginate que las botas se pagaban aparte, uhh…definitivamente que no. Era desfilar o comer” agregó apesarada Vázquez.

Martha López hizo cuentas.  Calculadora en mano confirmó que gastaría C$ 800 córdobas por cada hijo que desfilaría con trajes nuevos. Eran C$ 2,400 córdobas en total, más de la mitad de su salario, por tanto le dijo a sus hijos “o comemos 15 días o todos se van estrenando uniformes a la marcha”.

Nicaragua, vive una crisis acentuada desde el 2018. El drama social del país se ve reflejado según el economista Oscar René Vargas en “desnutrición, hambre, desigualdad y salarios de pobreza que no alcanza un nivel de solvencia que permita acceder a un nivel de vida de bienestar. Es decir, el paisaje es de asalariados empobrecidos y una nomenclatura enriquecida”, agrega.

Cabe señalar que para comer en Nicaragua se necesita suplir la canasta básica que tiene un costo de 17,332.52 córdobas, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), sin olvidar que el salario mínimo en Nicaragua oscila entre 4,723.95 córdobas y 10, 571.78.