Doña Martha Castro dejó León en 1996 junto a su pareja Marvin Martínez y sus dos hijos. La familia migró hacia Costa Rica para conseguir un trabajo y mejorar su calidad de vida.

El 30 de marzo de 1999, la familia ya vivía en Costa Rica cuando dio la bienvenida a su tercer hijo al cual nombraron Carlos Manuel Martínez Castro y quien hoy tiene 23 años y está jugando el mundial de fútbol con Costa Rica.

Carlos Martínez es el segundo jugador de ascendencia nicaragüense que juega un mundial de fútbol, después de que Óscar Duarte, originario de Catarina, Masaya, jugara en el mundial de Brasil 2014, e incluso anotó un gol ante la selección de Uruguay.

Martínez todavía no ha anotado gol, pero sí ha jugado un partido contra España y se espera que mañana jueves pueda jugar algunos minutos contra Alemania. 

En Nicaragua, Carlos ha estado en pocas ocasiones. La última vez fue cuando tenía ocho años que viajó con su familia para visitar a su abuela. Su madre cuenta que para 2020 iban a viajar nuevamente a Nicaragua, pero la pandemia del covid-19 arruinó sus planes.

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Carlos Martínez junto al portero estrella de Costa Rica, Keylor Navas. Foto: Fedefutbol Costa Rica

Días difíciles

Cuando la familia llegó a Costa Rica, se asentó en una casa en el sector de Santa Ana, en San José, en la capital costarricense. Doña Martha Castro recuerda que aquellos fueron días difíciles debido a la pobreza en la que vivían. “No ha sido fácil, pero aquí estamos”, comenta.

Tras el nacimiento de Carlos, doña Martha empezó a vender tortillas en las calles y en ocasiones se llevaba a su hijo con ella porque no tenía quien se lo cuidara. La mujer también trabajó cortando café y como mesera en varios restaurantes.

La madre de Carlos cuenta que desde pequeño iba a jugar fútbol con su hermano mayor. Ella pensó que era algo de chavalos, pero un día la llamaron de una academia de fútbol para darle una beca a su hijo, entonces ella se dio cuenta que Carlos iba en serio con el deporte.

Carlos, cuenta su madre, siempre fue disciplinado, tanto con sus horarios como con su uniforme y demás. La familia vivía frente a una cancha de futbol y casi todas las tardes Carlos se iba a jugar con su hermano y los demás niños del barrio. A veces, a Carlos no lo dejaban jugar porque los demás niños eran muy mayores y lo podían golpear, y en otras ocasiones, lo metían a jugar, pero no le pasaban el balón.

Jugando en canchas con los niños del barrio fue que algunos observadores descubrieron el talento de Carlos y a los siete años, la Academia Costarricense de Fútbol Argentino (ACFA), le ofreció a él y a su familia que entrenara en su escuela de fútbol.

Doña Martha aceptó la propuesta de la academia. Ahí le daban comida y transporte, de manera que representaba un alivio para la familia de escasos recursos. 

La academia le ayudaba a doña Martha con el uniforme de Carlos, pero no con los tacos, que son los zapatos especiales que usan los futbolistas y suelen ser bastante costosos. Con mucho esfuerzo, doña Martha pudo comprarle los zapatos cada vez que los necesitaba.

Estuvo en esa academia por ocho años, hasta que cumplió 14 y luego pasó a jugar a otra academia llamada Wilmer López, e integraba el equipo sub-15 del club Carmelita. En aquel entonces, el joven Carlos no jugaba como lateral derecho como lo hace hoy, si no que ocupaba la posición de mediocampista ofensivo, y a veces jugaba como delantero.

Él empezó a jugar como lateral derecho una vez que el equipo sub17 del club no tenía disponible a los jugadores que ocupaban esa posición. El entrenador del equipo le propuso que jugara como lateral porque era bastante rápido y le tocó jugar una semifinal. Después del partido, dejó buenas sensaciones y todos le decían que jugaba mejor de lateral que como delantero.

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El nica de familia leonesa que juega el mundial de fútbol 6

Jugó en Bélgica

A los 15 años, Carlos hizo pruebas para una academia de futbol que se encarga de reclutar y formar a jóvenes talentos de varios países del mundo. La academia se llama Aspire Football Dreams.

Eran 50 jóvenes los que hacían la prueba con Carlos y solamente él y otros dos jóvenes fueron seleccionados para ir a jugar a Senegal, un país en África, y hacer una nueva prueba con jóvenes de otros países. Cuando regresó a Costa Rica, la academia le dijo que se había ganado una beca para ir a jugar en Senegal y África hasta que cumpliera 18 años.

El joven estuvo 2 años y tres meses entre Senegal y Catar en las sedes que la academia Aspire tiene en esos dos países y ahí terminó de pulirse como jugador profesional de fútbol.

Carlos cumplió los 18 años en 2017 y debido a su desempeño en Senegal y Catar, un equipo de Bélgica llamado Königliche Allgemeine Sportvereinigung Eupen (K.A.S. Eupen), lo contrató para jugar por tres años, sin embargo, con este equipo no pudo jugar un solo partido, hasta que finalmente fue cedido a préstamo al equipo Herediano de Costa Rica.

En Herediano, Carlos tampoco pudo mostrar su talento porque solamente jugó 40 minutos en seis meses. Él quería jugar más y sentía que tenía el nivel para hacerlo, así que solicitó el finiquito al club belga para terminar pronto con el contrato.

Cuando el KAS Eupen lo dejó libre en 2019, Carlos empezó a tocar puertas en equipos de Costa Rica hasta que fue contratado por un equipo llamado Guadalupe y un año más tarde empezó a jugar con el equipo San Carlos, de la primera división de Costa Rica.

Carlos Martinez Costa Rica
Carlos Martínez jugó en la academia Aspire en Senegal. Foto: Cortesía

Decidió jugar con Costa Rica

En 2019, Carlos había sido seleccionado por la selección preolímpica de Costa Rica para jugar un torneo en busca de la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Era la primera vez que vestía la camiseta de Costa Rica, pero por tener doble nacionalidad, Carlos todavía podía ser convocado por Nicaragua para jugar con la selección mayor.

Durante la preparación del equipo preolímpico, Carlos recibió la llamada del exentrenador de la selección nacional de Nicaragua, Juan Vita, quien le dijo que estaba interesado en contar con él para unos partidos que se jugarían en México.

Carlos le respondió que le dejara tomar una decisión después del torneo preolímpico, sin embargo, Carlos no pudo jugar ese torneo porque sufrió una lesión, la peor que ha tenido hasta el momento en su carrera. Se trataba de un desgarre de siete centímetros del músculo isquiotibial izquierdo.

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Estuvo seis meses sin jugar por esa lesión, pero ese tiempo le sirvió a Carlos para pensar si jugaba para Nicaragua o continuaba preparándose para ser considerado para jugar con Costa Rica. Días después, Carlos habló nuevamente con Vita y le dijo que iba a esperar a ser llamado por Costa Rica.

El joven vistió la camiseta de la selección de Costa Rica por primera vez el pasado 27 de marzo de 2022 cuando entró al minuto 73 en el partido de eliminatoria mundialista contra El Salvador.

Tres días después, el 30 de marzo, mismo día de su cumpleaños, el director técnico de Costa Rica, Luis Fernando Suárez, lo puso a jugar como titular contra Estados Unidos. “Fue un gran regalo de cumpleaños”, comentó el joven en ese entonces.

Ese día se sentía ansioso por jugar, hacerlo bien, y aportar algo positivo al equipo. Costa Rica terminó ganando 2-0 el partido, y Carlos fue uno de los jugadores más destacados.

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Carlos Martínez con el balón. En la foto también aparece el nicaragüense Óscar Duarte y el futbolista español Jordi Alba, durante el partido entre Costa Rica y España el pasado miércoles 23 de noviembre en Catar. Foto: AFP

Carlos ahora se encuentra en Catar nuevamente, pero ahora con la selección de Costa Rica en su primer mundial. Hace dupla con el otro nicaragüense del equipo, Óscar Duarte.

Además de jugar futbol, Carlos está estudiando para terminar su bachillerato. Como a los 15 años se fue a jugar a Senegal y a Catar, se atrasó, y hasta ahora está terminando. También quiere estudiar una carrera universitaria, aunque todavía no sabe cuál.