Este domingo Radio Darío conversó con Allan Gómez, un excarcelado nicaragüense que conforma la Unión de Presas y Presos Políticos (UPPN). Actualmente vive en el exilio.

Fue encarcelado en más de tres ocasiones y fue citado por la policía en otras tres. Por esa razón optó por vivir la experiencia traumática de salir a escondidas del país y estar lejos de los hostigamientos de todo el aparato estatal que reprime a la oposición.

En la entrevista dominical Allan nos narra la experiencia lejos de Nicaragua y los retos de participar en la política dentro de la oposición, siendo miembro de la comunidad LGBTIQ.

¿Cuáles eran tus proyectos antes de las protestas antigubernamentales?

Como todo joven estudiante que se prepara para una carrera, mis metas eran culminar una carrera, trabajar decentemente en un futuro con mi familia, mi mama se dedicaba mucho a la comida típica y también a las artes manuales y hacer un propio negocio con ella pero todo se vio truncado por la coyuntura del 2018.

¿Qué fue lo más traumática con las detenciones que sufriste hasta partir al exilio?

Fue ver sufrir a mi madre, la policía varias veces la puso frente a los interrogatorios de mi hermano y a mí, para que nosotros habláramos donde estaban nuestros amigos, lo cual desconocíamos totalmente y eso fue lo más traumático, ver a mi madre sufrir, y que me amenazarán con mi familia,  las veces que nos trasladaban de lugar sin decirnos y amenazarnos de muertes, contando las innumerables torturas que sufrimos las personas que hemos sido detenidas por parte de la dictadura.

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¿Qué es lo más grave que te está ocurriendo por ser opositor? ¿Te arrepientes?

No me arrepiento de absolutamente de nada, creo que la lucha por el cambio es algo que debemos seguir, es una lucha de resistencia, creo que lo que más me duele es estar lejos de mi país, estar lejos de mi familia, no poder  ver a mi madre, no poder abrazar a mis hermanos, no poder abrazar a mis sobrinos, ni decirle que los quiero, yo creo que es lo más traumático que cualquier persona que ha estado en esta lucha y ha tenido que abandonar el país es lo que más le duele y ver personas sufriendo, ver amigos todavía encarcelados injustamente, eso es lo que más me duele, pero hay que avanzar de alguna manera.

Como miembro de la comunidad LGTBIQ ¿A qué retos te enfrentas a la hora de hacer incidencia política?

La comunidad LGTB ha tenido cierta representación, pero no la representación por ser Comunidad LGTB, sino porque hemos observado que muchas personas excarceladas también pertenecen a  la comunidad, muchos activistas pertenecen a la comunidad LGTB, ha sido un poco difícil, todavía hay bastante sesgo social, bastante discriminación y  rechazo, lo pudimos ver en las últimas  publicaciones de muchos medios cubriendo noticias del exilio en las marchas, en notas de prensa donde muchas personas se pronunciaron negativamente, aduciendo de que la lucha se estaba desvirtuando, lo cual es totalmente absurdo y falso, yo creo que ha sido lo que más ha costado, pero creo que no hay que ponerle mucha atención,  el ser opositor, el ser defensor de derechos humanos, el ser un estudiante el querer un país diferente, no tiene que radicar en tu preferencia sexual, en tu ideología de género, en tu religión, a nosotros nos une un solo camino y es un cambio verdadero para Nicaragua.

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¿Qué resultados esperan del informe enviado a la Red Internacional de Derechos Humanos?

Como parte de los informes que realiza la Unión de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses, este informe da un seguimiento a las secuelas de las torturas, muchas organizaciones tocan el tema de las torturas en las cárceles, pero hay secuelas respecto a esto y sumado está la muerte civil, que hemos sufrido mucho personas excarceladas políticas, el desplazamiento forzado, movernos de nuestra casa, la violencia, el asedio, la persecución  y todo esto lleva registrado nuestro informe, el cual esperamos tome el Comité de la Tortura y se manifieste al respecto, toda incidencia internacional suma para ser precedente y presión política a la dictadura, nosotros hacemos un llamado al Comité Internacional de la tortura y a la ONU a ser más contundente con la dictadura de Ortega y Murillo que sabemos que no ha dado ninguna tregua, ninguna muestra de liberar a las personas prisioneras políticas de Nicaragua, de restituir los derechos en Nicaragua, vemos que están cerrando más organizaciones de la sociedad civil, organizaciones sin fines de lucro, creo que informes como estos ayuda en la grave situación que se vive en Nicaragua y por eso UPPN realizó este informe.