Kenia Gutiérrez viajó por 14 horas en un contenedor junto a 200 personas para llegar a Estados Unidos y escapar de la persecución gubernamental en Nicaragua.

Es integrante del Movimiento Campesino, ahora trabaja y estudia en el exilio, pero su corazón está en su tierra a la que sueña ver libre para regresar.

Justamente el exilio para resguardar su integridad física la obligó a separarse de sus hijos y el resto de su familia. Esto y más nos lo cuenta en la Entrevista Dominical.

¿A qué se dedicaba Kenia Gutiérrez antes de las protestas de abril 2018?

Tenía un pequeño negocio en el municipio de El Viejo, Chinandega, tenía concesiones de motos y vendía  artículos de plástico y electrodomésticos, además cuidaba de mis hijos, estudié derecho, hice tres meses del cuarto año de la carrera de derecho en la UNAN León, pero por razones personales no pude continuar con mis estudios.

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¿Cómo cambiaron tus planes luego de las represalias que sufriste por el régimen de Daniel Ortega?

Nunca en mi vida imaginé a verme obligada a separarme de mis hijos y mucho menos de la forma que fuimos obligados a separarnos, siempre estuve cuidando de mis hijos, trabajando y  fue algo muy difícil de superarlo, porque aparte de separarme de mis hijos, caer presa, sin embargo me hizo mucho más fuerte, siempre he pensado que a pesar de lo que me ha tocado vivir y sufrir, yo estoy convencida que si tuviera la oportunidad y volviera a ocurrir, volvería a participar de la misma forma que lo hice en el 2018 y que lo he hecho hasta hoy.

¿Qué fue del Movimiento Campesino? ¿Cómo funciona ahora?

Sabemos que hay tres de nuestros líderes tras las rejas, ahorita el 5 de julio cumplen un año, Lener y yo tuvimos que huir para los Estados Unidos, en noviembre sino me equivoco hubo cambio de directiva y como sabemos las personas que están en Nicaragua, que encabezan la directiva, no pueden estar participando de manera pública y activamente siempre por el miedo a ser encarcelado o asesinados, tengo entendido que dos de ellos no pueden estar en sus casas, porque tienen que estar escondiéndose del ejército o paramilitares, entonces tienen que estar moviéndose en varios lugares por miedo a ser encarcelados o asesinados, pero estamos trabajando siempre de alguna manera los días domingos en los territorios.

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¿Manejan cifras de campesinos exiliados debido a la persecución en Nicaragua?

Hemos estado hablando con personas en Costa Rica y hemos estado calculando para ver cuantos campesinos han tenido que exiliarse debido a la represión, pero aún no tenemos una cifra para poder decirla públicamente, de hecho lo que son los municipios del norte de Chinandega, es increíble la cantidad de campesinos que han tenido que exiliarse, al igual en Rio San Juan, en Chontales, nos hemos quedado sorprendidos de cuantos campesinos han tenido que exiliarse debo a la represión, personas que les han asesinado a sus familiares y han tenido que callarse, igual han tenido que exiliarse para poder estar a salvo.

El Movimiento Campesino ha sido parte de los diálogos políticos en Nicaragua. César Zamora presidente del COSEP, habló de un presunto diálogo con el gobierno ¿Cómo reaccionar ustedes?

En este momento de acuerdo a las reuniones que hemos tenido como consejo no creo que exista la posibilidad que el Movimiento Campesino sea parte de este diálogo, yo creo que si va a existir un dialogo tiene que ser con la oposición de Nicaragua y que sea la oposición que tenga que poner las condiciones, no tiene que ser un diálogo, dictadura con el COSEP, la empresa privada no es aquí la más afectada.