Gabriel Boric subió la apuesta contra Venezuela. Durante una participación en la Universidad de Columbia, en Nueva York, el presidente de Chile insistió con sus críticas a las violaciones de los Derechos Humanos cometidas por el Gobierno de Nicolás Maduro y también en Nicaragua. Ser de izquierda, dijo, no debería impedirle emitir sus opiniones, pese a que en Chile muchos le dicen que “no se debe hablar mal de los amigos”. 

 “Me enoja cuando eres de izquierda y puedes condenar las violaciones de Derechos Humanos en Yemen o en El Salvador, pero no puedes hablar de Venezuela o Nicaragua… o Chile. En Chile tuvimos serias violaciones a los Derechos Humanos en el estallido social [de 2019], no podemos tener un doble estándar”, dijo el jueves. El martes, ante la Asamblea General de la ONU, Boric había acusado a Venezuela de provocar “una presión tremenda” sobre Chile, producto de los miles de venezolanos que ingresaron al país huyendo de la crisis humanitaria.

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Las declaraciones de Boric ante la Asamblea ya habían impactado en Caracas. El diputado Diosdado Cabello, el segundo hombre fuerte del Gobierno, acusó al presidente chileno de hablar “pendejadas” ante los líderes del mundo reunidos en Nueva York. “Si creen que vamos a capitular porque un bobo como Boric salió a hablar pendejadas de Venezuela están equivocados, un gafo, saliendo a hablar mal de Venezuela, teniendo tantos problemas, una deuda histórica con las poblaciones mapuches, y él lo que hace es salir a perseguirlos”, dijo Cabello. Para el diputado venezolano, Boric habló mal de Venezuela “para quedar bien con los gringos”. “Bien ridículo queda”, dijo.

Boric es el líder latinoamericano de izquierdas que más distancia ha tomado de Caracas, incluso durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia en marzo pasado.

Tomado de El País