El grito leones a la purísima en su advocación Asunción de maría es también un grito de libertad. Este transcendental grito histórico de penitencia es muy diferente a la gritería del 7 de diciembre que nació por un grito espontaneo de Monseñor Gordiano Carranza en el templo de san Felipe en 1857 y que al correr de los años se convirtió en una fiesta nacional.

La gritería del 14 de agosto se instituyo en 1947 por una feliz idea de Monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes, este ilustrísimo obispo leyó en el pulpito de nuestra insigne Real Basílica Catedral ante millares de fieles el decreto instituidor de la gritería de penitencia, llamada popularmente “gritería chiquita”.

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La diferencia de esta actividad es que la gorra que se repartía originalmente eran estampas de la virgen y que al correr de los años se ha convertido muy similar a la del 7 de diciembre en boato y ostentación.

Lo único que se conserva de la promesa inicial es la presencia del cerro negro en los millares de altares que se erigen en esta ciudad.

A 75 años de distancia los leoneses nos mantenemos incólumes a nuestra promesa a la virgen santísima de la asunción, esta gritería nació como una acción penitencial cuando esta ciudad era flagelada por la erupción del cerro negro, En pocas palabras agregare que es el cumplir de la promesa del pastor de la grey católica de ese entonces (Mons. Isidro Augusto Oviedo), por el milagro del cese de la erupción de este temido volcán en la víspera de la fiesta de la asunción de María.

Todos los años en conmemoración de esta efeméride, el Obispo de león rodeado del clero diocesano, autoridades civiles, cuerpo diplomático y pueblo en general, da el primer grito ¿QUIÉN CAUSA TANTA ALEGRÍA? Respondiendo los fieles ¡LA ASUNCIÓN DE MARIA!