La joven activista nicaragüense Madelaine Caracas conversó en el programa “Aquí Estamos” de Radio Darío. Caracas, que permanece desde hace más de dos años en el exilio, sostiene que los jóvenes no tienen que cargar cruces ni pleitos de la vieja política, que se está dando cancha a viejos políticos para validarlos, no concibe que los jóvenes se sienten con partidos políticos tradicionales y cree en la población que sigue resistiendo y las víctimas que siguen luchando y en las madres que siguen exigiendo justicia.

Te invitamos a leer la entrevista:

En Twitter preguntaste qué significa ser dirigente en Nicaragua ¿cuál era el objetivo?

La palabra dirigente ha sido utilizada desde los ochentas a líderes específicamente en el ámbito político-militar que hemos tenido en Nicaragua, también se habla de dirigentes y líderes estudiantiles en los ámbitos de movimientos sociales, entonces para mi creo que es una palabra muy fuerte.

A mí en lo personal que se refieran como dirigente, me resulta un poco chocante porque corresponde con esa vieja estructura de cómo nos catalogamos, como ponemos cabecillas también, y no entendemos voces más allá de un personalismo, de una figura que tiene una cara pública, sino que también quiero que se entienda como alguien que es activo, que está dentro de la sociedad y que soy una ciudadana más que está intentando hacer esfuerzos por cambios, por justicia, por democracia.

A mí personalmente no me gusta que se dirijan a mí de esa forma (dirigente), porque dentro de mis compañeros y cuando comenzamos los estudiantes no teníamos ningún dirigente, éramos un conjunto de personas empujando un proyecto en común de forma horizontal, de forma colectiva y es parte de las nuevas formas que estamos intentando implementar en las juventudes.

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¿Cómo ha sido tu exilio? ¿Cómo se organizan los jóvenes exiliados?

A Costa Rica desde que llegué hemos llevado distintos procesos, igualmente ya no estoy en Costa Rica, debido a que mi situación era un poco insostenible, mi cercanía con Nicaragua no me brindaba ninguna seguridad. Tuve distintos incidentes de inseguridad por los cuáles me sentí vulnerada.

Muchos estudiantes en el exilio hemos trabajado en un capítulo de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia, donde hemos impulsado proyectos como la agenda universitaria donde nuestros compañeros en Nicaragua no pueden, no tienen esa libertad de asociación. En Costa Rica con los jóvenes exiliados logramos hacer asambleas los cuales nos preguntamos que queremos para las universidades, para los estudiantes y hemos tenido un lazo muy cercano con las federaciones de las universidades.

El rol de la juventud dentro de la oposición en Nicaragua ¿Cómo lo ves?

Tengo una visión bastante crítica, no solo porque he estado en cada uno de estos espacios, estuve al inicio en el diálogo nacional, en la conformación de la Alianza Cívica. Este año la coordinadora universitaria decidió salirse de la Alianza Cívica y por ende como activista no estoy ligada a esa organización, sin embargo la coordinadora universitaria sigue perteneciendo a la Unidad Nacional (UNAB) y aquí es donde viene mi mayor crítica.

Yo critico fuertemente desde mi propio espacio y a veces no estoy de acuerdo con ciertas posturas que se toman en colectivo, el rol de los jóvenes, hemos visto un desplazamiento brutal desde el inicio de 2018 hasta ahora, verdaderamente fueron los jóvenes quienes llevaban la bandera de ir y tomar acciones contundentes que nos movieron a todo el país para salir a las calles, sin embargo, los intereses de ciertos sectores de la vieja política desde hace cuarenta años se encuentran dentro de estos espacios, también la parte empresarial, específicamente quienes dirigen el Cosep, Amcham y demás miembros de cámaras empresariales han sido tibios en el actuar y siento que cuando la población ha exigido, y cuando los estudiantes hemos exigido, incluso dentro de esos espacios con mucha mayor fuerza, hablamos de paros nacionales en tiempos que eran necesarios y esos no se realizaron, hubo una contemplanza con el régimen hasta cierto punto y lo más terrible fue llegar a negociaciones donde ya habíamos cedido todo y no teníamos nada que negociar.

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¿Hay unidad en los jóvenes y las organizaciones que emergieron en abril de 2018?

Muchos actores de la opinión pública se han prestado a crear divisionismo, se han prestado a utilizar sus programas, comentaristas incluso algunos, para dividir a los jóvenes en bandos de izquierda o derecha, los buenos o malos, los que están en la Alianza y los que están en la Unidad (UNAB). Sí, no hay una unidad completa de jóvenes, tenemos muchas deficiencias, somos un sector fracturado y somos uno de los sectores, de todos esos que llevan años dialogando entre sí, somos un sector que estamos ingresando a una conversación política que lleva un mayor nivel de decisiones.

Me es natural que hayan ciertas fracturas de los movimientos estudiantiles, no hemos tenido la capacidad de reunirnos y estar juntos. El régimen nos intentó fraccionar llevándonos al exilio a la cárcel o a la muerte, y en sí dentro de la oposición nos dividen en bandos y también pretenden “ningunear” incluso las posiciones y capacidad que tenemos los jóvenes para ser partícipe de estos espacios.

Creo que nuestro valor político no está solo en que ponemos cuerpos en las calles, nuestro valor político está en nuestro pensar, en nuestras acciones, en los valores que podemos aportar y en lo que queremos construir. Nuestro valor político está en el día a día en lo que hemos demostrado en las barricadas, tranques, toma de universidades, sino también en los espacios de decisión pública, quienes hemos sido los más radicales en poner más presión al régimen para salir de este sistema, porque nosotros no tenemos nada que perder, ya hemos perdido todo, hemos perdido las muchas cosas que teníamos, no tenemos ningún interés de dinero o político.

Yo creo que debemos tomarnos los espacios, tenemos que ser más contundentes y hay un error muy grave, estamos dando cancha a viejos políticos para validarlos. No concibo que los jóvenes nos sentemos con partidos políticos como el PLC, CxL y muchos otros partidos cómplices de la dictadura, sentarnos con esos partidos políticos es validarlos y es darle una voz donde no la tienen. Por ejemplo, en la Coalición Nacional no deberían estar estos partidos políticos, no podemos seguir montándonos en los mismos vehículos que nos van a llevar a los mismos errores.

Los jóvenes debemos unirnos entre sí y olvidarnos de las politiquerías en que nos quieren meter de conversaciones de izquierda o derecha, que nos quieren encasillar en un discurso de la vieja política donde se han venido peleando entre ellos, nosotros (los jóvenes) tenemos una postura que va más allá de eso, con ideales de libertad, de democracia y de justicia y creo que debemos ser fiel a ese espíritu que nos unió en las calles, estábamos juntos velando por nosotros mismos y respaldándonos los unos a los otros, ni respaldando a empresarios, ni respaldando a políticos, porque el proyecto más grande es el país y la libertad de Nicaragua, y que nosotros podamos regresar y tener derechos.

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¿Cómo recuperar el espíritu de abril de 2018?

A mí me ha costado volver a ver el diálogo nacional, pero cuando voy a ver ese video recuerdo que siempre debemos tener un momento de hacerlos presente, así como lloramos en ese momento y me quito yo de esa imagen leyendo yo esos nombres (de personas muertas). Recordemos a las víctimas, ellas no están en el centro de las búsquedas, han sido dejadas a un lado. Las víctimas deberían estar guiando los procesos, porque muy fácil se meten los intereses, el espíritu de abril tristemente no está, veo más de lo mismo.

Muchos jóvenes se han salido de estos espacios porque estamos cansados de ver que repiten los mismos comportamientos, incluso mentiras, manipulación, corrupción, machismo dentro de las organizaciones y más de lo mismo, que han sido prácticas de (Daniel) Ortega. No veo un futuro y estoy desilusionada, pero sí creo en la población que sigue resistiendo y las víctimas que siguen luchando y en las madres que siguen exigiendo justicia.

¿Qué tan cerca logras ver la unidad de los jóvenes en Nicaragua?

Una oportunidad que les puedo dar ahorita, y si me están escuchando estos jóvenes, hago un llamado directo a Lesther (Alemán), a jóvenes de la Alianza (Cívica), jóvenes de la UNA (Universidad Agraria), del Movimiento 19 de Abril, quienes me estén escuchando, a que realmente nos acerquemos, tenemos los espacios pero tenemos que romper esas brechas, comencemos teniendo un tema en común, recientemente en la coordinadora sacamos la agenda universitaria, por qué no nos sentamos juntos y conversamos, generamos diálogo de lo que queremos.

Mi invitación está abierta, se lo he dicho, igual con Lesther (Alemán) que fue mi compañero en la universidad y no tengo problema con ninguno, siempre he mantenido unas relaciones muy buenas y estoy segura que personas de mi organización también están dispuestas a comenzar a generar ese diálogo, y mi invitación es que comencemos por ahí y que tratemos de quitarnos cargas que no nos pertenecen, no tenemos que cargar cruces, ni pleitos de la vieja política, tenemos que comenzar a generar nuevos cambios y es desde nosotros.

La entrevista completa:

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Madelaine Caracas

Tiene 21 años de edad, está exiliada desde 2018, estudiante de la carrera de comunicación, es activista, feminista y poseedora del talento de pintar cuadros al óleo. Es miembro de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia. El 16 de mayo de 2018 encaró a Daniel Ortega en el diálogo nacional y nombró a los nicaragüenses asesinados desde el 18 de abril por la represión de su gobierno.

Periodista: Francisco Torrez Tapia