Mossi, presidente del BCIE, justifica desembolsos millonarios a la dictadura de Nicaragua
El BCIE ha otorgado a Ortega 3,5 mil millones en los últimos 5 años

Dante Mossi, presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, defendió este jueves el financiamiento que la institución regional otorga a la dictadura de Daniel Ortega, en un debate público con los expertos Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, y Ryan Berg, director del Programa de las Américas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
En el cara a cara transmitido por Diálogo Interamericano, Mossi inició asegurando que su apoyo económico a Nicaragua roza el “ámbito humanitario”, desestimando las acusaciones que pesan sobre Daniel Ortega por las graves violaciones a los derechos humanos en el país, y por lo cual expertos y opositores han tildado a Mossi de “cómplice” del dictador.
“El banco no es una entidad política”, sostuvo el economista hondureño.
Las palabras del presidente del BCIE contrastan con su posición en julio de 2022 cuando denunció que el régimen de sanciones internacionales contra el círculo de Ortega “es injusto”. “Aunque es injusto porque se les acusa y se juzga a una persona sin el debido proceso, son las reglas del juego internacional”, dijo en ese entonces.
Ante el cuestionamiento, el banquero acusó a los medios de comunicación de tomar sus declaraciones “fuera de contexto”.
“Yo lo que dije fue: ¨No sé si las sanciones son justas o injustas¨ (…) En el caso de Nicaragua, hay muchas sanciones y no trabajamos con ellos. Creo que la comunidad internacional tiene una manera de influenciar lo que hacemos (…) Y tenemos otras prioridades, otras cosas que hacemos en Nicaragua que probablemente caen dentro del ámbito humanitario”, dijo.
Ejemplificó que se ayuda a los pobres en el acceso a los servicios e, incluso, señaló que el financiamiento tiene “efectos indirectos” porque hay quienes le dicen: “si nos dan la oportunidad no migraremos”. Lo que desató la risa de los expertos.
“Lo que financiamos es legal porque trabajamos con el capital”.
Orozco, por su parte, manifestó que “detesta llamarlo cínico porque todo es político. Todo”.
“Lo que haga el BCIE es desde una óptica política. La unidad de análisis del contexto político del BCIE incluye los derechos humanos. El aumento de préstamos del BCIE para Nicaragua ocurre al mismo tiempo donde existe la criminalización del proceso democrático de Nicaragua”, indicó.
Orozco le recordó que él es víctima de la persecución política en Nicaragua, cuyo reciente ataque en su contra fue el despojo de su nacionalidad. “Y yo no soy ningún terrorista. Usted sabe eso señor”, le increpó.
A su vez, le citó textualmente sus palabras cuando el banquero defendió políticamente al régimen de Ortega por la lluvia de sanciones. Ante lo cual, Mossi aceptó “fue un error entonces. Sí tomaron parte de la cita. (Pero) el banco no es una entidad política”, insistió.
Un sorprendido Ryan Berg le preguntó “entonces, ¿Quién decide lo que se aprueba y no se aprueba? Estamos teniendo este debate después de que un grupo de expertos de las Naciones Unidas dijo que Nicaragua cometió crímenes de lesa humanidad y continúa haciéndolo. Esto no son cosas que ocurren a diario, no es como que todos los países tienen este tipo de acusación”.
Puntualizó en que Mossi está a la cabeza de una institución que le ha dado préstamos a Nicaragua desproporcionalmente relativo al tamaño de su población: 3,5 mil millones se han aprobado en los últimos 5 años. “¡Es una locura!”, manifestó Berg.
El experto señaló que el BCIE, al igual que el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), “tienen que seguir ciertos estándares y a Nicaragua se le ha dado dinero utilizando la discrecionalidad, diciendo que sí están en cumplimiento de los estándares”.
Puso de ejemplo el dinero que ha podido ser utilizado para mejorar la infraestructura de la Policía del régimen, “una institución que reprime a la población y comete crímenes de lesa humanidad”.
Orozco, a su vez, le recordó a Mossi que “el BCIE legalmente tiene que seguir el Protocolo de Tegucigalpa que estipula claramente que debe apoyar a la democracia”. “Lo que falta es la disponibilidad política y dejar de dar préstamos a dictadores que no cumplen con las reglas”, enfatizó.
“Sabemos dónde va la plata”, asegura Mossi
Mossi aseguró que las auditorías del financiamiento a la administración de Ortega pueden ser solicitadas ante la entidad. Su defensa es que “hay un auditor externo que se contrata para ello, él puede informar” y “contacten a los representantes de los países miembros” que son los que aprueban los préstamos.
Además, señaló que Ortega “está de acuerdo en que no pueden financiar algunas cosas que ¨tengan la apariencia¨ de que se va a dar un mal uso a los proyectos”, sin precisar a qué proyectos se refería.
A lo largo del debate, el representante insistió en que el BCIE no es diferente a otros bancos que “no tienen alineamiento político” como el Banco Mundial y el FMI. Sin embargo, Mossi no mencionó que dichos organismos multilaterales han limitado los desembolsos a la dictadura desde el incremento de la represión que conllevó a las sanciones internacionales.
Ante un posible incumplimiento de pago por parte de Nicaragua, debido a que “la dictadura un día caerá”, de acuerdo a los expertos, Mossi se mostró tranquilo. Según él, el banco “ha desarrollado mecanismos para lidiar con eventualidades de ese tipo. Tomamos en cuenta esos riesgos”.
“Daniel Ortega es presidente”, sostuvo Mossi
El presidente del banco regional afirmó que la única manera de dejar de financiar a la administración de Ortega es que el país caiga en un régimen de sanciones como el de Rusia.
“No financiamos armas, municiones, nada que tenga que ver con la guerra (…) No podemos trabajar con países que tengan sanciones. Por ejemplo, recientemente con la guerra de Rusia y Ucrania, a Rusia le dieron las sanciones, entonces, no podemos financiar a compañías rusas. Si este régimen de sanciones se expande va a limitar la capacidad de que el BCIE puede financiarlos”.
Mientras tanto, si el marco legal dice “este país puede recibir ese financiamiento, está bien”.
Al ser consultado si él considera que Daniel Ortega es dictador, Dante Mossi respondió “ese no es mi trabajo”.
“Conocí al presidente Ortega y a su esposa (Rosario Murillo). La gente puede decir ¿por qué lo llama presidente? ¡Porque lo es! ¿Quién soy yo para decir que no lo es? El sistema internacional dice que lo es. El diálogo es muy honesto con Nicaragua y somos unos de los pocos que podemos hablar con el Gobierno, así que en lugar de atacar, realmente queremos trabajar con otros y el banco puede hablar con la administración gubernamental, y el mundo nos condena, pero es algo que va más allá de lo que yo pueda hacer”, sostuvo.
El BCIE se ha convertido en el principal organismo multilateral que oxigena a la dictadura de Nicaragua desde la brutal represión de 2018. En 2021, el BCIE destinó 413,1 millones de dólares al sector público de Nicaragua, en calidad de préstamos; el Fondo Monetario Internacional (FMI), 353,5 millones de dólares; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 195,7 millones, y el Banco Mundial, con 128 millones de dólares.
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