La policía no ha brindado información oficial pero se conoce que mantienen retenido como sospechoso a un nieto de la víctima.  

María Odilia Olivas de 82 años de edad, fue encontrada muerta con signos de tortura en la habitación de su casa, ubicada a la orilla de la vía panamericana en el municipio de Telica, en el departamento de León. 

La noticia estremecedora alertó la mañana del 28 de mayo, cuando se conoció sobre la muerte violenta que tuvo la anciana de 82 años de edad, cuya investigación se concentra en el sector “Los Cocos”, kilómetro 103.5 del tramo de carretera León, Chinandega. 

“¡La mujer vivía sola en esta casa! fue una crueldad lo que le hicieron, ¿cómo se atrevieron a hacerle eso a una anciana e indefensa? ¡No se sabe porque la mataron!”, murmuran aterrorizados los vecinos a la orilla de la carretera al conocer lo que había ocurrido.   

“Nunca había visto algo como ésto en los 28 años que tengo de vivir en la comunidad. Cómo van a matar a una abuelita indefensa por robarle, lo que hicieron es inhumano” manifestó Carlos Enrique Guido, sobrino de la víctima.   

La imagen que se describe de la anciana es terrible. Al parecer Olivas, fue sorprendida por su agresor en el interior de la propiedad, cuyas puertas y ventanas al parecer no estaban violentadas por lo que se presume que el asesino era conocido. 

“Mi tía estaba arrodillada, amordazada, atada de pies y manos contiguo a su cama. Eso fue que la asfixiaron y en mi opinión el asesino estudió bien el terreno porque hay perros bravos que no iban a dejar entrar fácilmente a alguien desconocido”, indicó su sobrino.

Por su parte Noel Guido, manifestó que el cuerpo de su tía abuela fue encontrado por su hermano y su mamá, ambos fueron llevados a la delegación policial en calidad de investigados. 

“El primero en llegar a la casa fue mi hermano y dijo que mi abuela estaba hincada y estrangulada. Estoy asustado y preocupado porque mi familia está detenida y no sabemos porque”, expresó Guido. 

No obstante, luego de unas horas la mamá de Noel fue liberada mientras que su hermano aún rendía declaraciones.

“Ella y ningún ser humano merece morir de esa manera. Dios primero atrapen al asesino y esclarezcan lo que pasó”, sostuvo fuera de cámara Anielka Manzanares, hermana de la iglesia que frecuentaba. 

“Pedimos justicia y que le caiga todo el peso de la ley al criminal que hizo ésto” dijo Dina Olivas otra sobrina de la víctima.

Robo parece ser el móvil del crimen

En el lugar del crimen los investigadores de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía Nacional encontraron algunas evidencias y pistas concretas, además, recabaron datos que podrían estar relacionados al presunto homicida. 

Extraoficialmente se conoció que entre las principales hipótesis que se manejan hasta el momento es que el móvil del crimen fue el robo, ya que la víctima mantenía ahorrado en casa el dinero que le enviaba su hija del exterior.  

Lo que se conoce de María Odilia Olivas, es que fue una mujer muy trabajadora. Se relacionaba con la gente de su comarca, profesaba la religión católica y siempre que podía podía ayudaba a los miembros de su iglesia cuando lo necesitaban. Fue madre de 3 hijas, una de ellas radicada en Estados Unidos y era quien le ayudaba económicamente para su manutención. 

En su juventud trabajó por muchos años en los algodonales, siempre procuró tener sus propios ingresos.A pesar de su avanzada edad le gustaba vivir sola y se levantaba temprano a cortar las verduras y frutas que producían las plantas de su patio y las llevaba a vender al mercado municipal de León.  

Hasta el momento la Policía Nacional no ha brindado información oficial sobre el avance en las investigaciones del caso, solo se conoce que mantienen retenido bajo investigación a un nieto de la víctima, como sospechoso del asesinato. 

Mientras familiares piden el pronto esclarecimiento y captura del autor o autores intelectuales y materiales del horrendo crimen para que se haga justicia a doña María Odilia Olivas, quien fue sepultada la noche del mismo sábado en el cementerio municipal de Telica.