Este domingo conversamos con Zayda Hernández, una joven activista de los rostros recordados en el primer Diálogo Nacional. No forma parte de los movimientos de jóvenes mediáticos en los bloques de oposición, sin embargo, su carácter y criterio la personalizan como una autoconvocada con cuestionamientos válidos y precisos. En esta edición destacamos las afirmaciones de Zayda; La juventud mediática ha sido instrumentalizada políticamente, está dispuesta a regresar a las calles en una nueva ola de manifestaciones cívicas. Ante la Ley Mordaza asegura sino se calló antes no lo hará ahora, además cree que las únicas reformas que hará Daniel Ortega es para perpetuarse en el poder y piensa que gran parte de la ciudadanía está harta de quienes dicen llamarse representantes del pueblo.
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En este contexto ¿Han sido utilizado los jóvenes?
Totalmente. La juventud pasó de ser protagonista de esta lucha a ser instrumentalizados políticamente por todos estos viejos políticos y ellos están claros de cuál es su objetivo y creo que es el mismo problema de la falta de madurez política, ese compromiso real y serio. Me refiero a los jóvenes mediáticos, el joven popular ante medios y redes sociales, que mientras estén viendo la repartición de un nuevo gobierno van a ser un instrumento más de la vieja política tradicional, porque el joven de a pie, de barrio está claro de sus principios de lucha.
¿Veremos otra sorpresiva insurrección cívica como la de abril de 2018?
Pienso que Nicaragua es una olla de presión y vamos a llegar a una nueva etapa de hartazgo. Yo no podría decir si este año o el próximo, pero yo sería una que volvería a las calles si no vemos un cambio real. Las personas del exilio se van a cansar y van a querer regresar a sus casas, entonces considero que si Daniel Ortega y Rosario Murillo siguen en las mismas acciones que están cometiendo Nicaragua va a levantarse a protestar y exigir que se respeten nuestros derechos. De algo debemos estar seguros, el fin de la Dictadura Ortega-Murillo tarde que temprano va a llegar y solamente nosotros podemos empujar a que eso se de más rápido.
Ante la inminente aprobación de la Ley Mordaza y lo que implica ¿dejarás tus publicaciones en las redes sociales?
Nuestra arma principal desde abril 2018 han sido las redes sociales donde hemos documentado los crímenes de lesa humanidad. Estamos en la era millennials hasta donde los señores utilizan Facebook y te graban, o la cadena de reenviar mensajes y denuncias. Por supuesto no me voy a quedar callada, sino lo hice antes, no lo voy a hacer ahora. Voy a ser opositora hasta que Dios me preste vida y también hay que motivar a las otras personas a que lo sigan haciendo que es muy importante salvaguardar la vida, ser estratega y no dejar la denuncia para que el mundo vea lo que está pasando en nuestro país.
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¿Ves reformas electorales y elecciones justas en 2021?
Veo más de los mismo. Habrá un maquillaje a las reformas electorales porque el gobierno siempre oculta lo malo que hace. Las únicas reformas que harán es para perpetuarse más en el poder. Elecciones justas no existen, no se ven y mientras la oposición esté tan dividida, difícilmente. No estamos preparados para un proceso electoral, entonces hay que esperar, organizarnos, limar las perezas y dejar a un lado las diferencias personales y pensar primero en Nicaragua.
¿En tu experiencia política, que no volverías a repetir?
El apasionamiento, hay que tener cabeza fría, ordenar mejor las ideas, uno como joven estaba a flor de piel y lo que estábamos viviendo era una explosión interna y repudio generalizado a estos actores del gobierno. Sin embargo, creo que como oposición cometimos un error elevamos demasiado la parada, no vislumbramos una estrategia más clara. Siempre había como una separación de agendas y eso es gravísimo porque no se logra un consenso real y mientras no pongamos a Nicaragua primero y no se construya una agenda nación donde todos nos sintamos identificados no vamos a llegar nada.
¿Ves a la ciudadanía descontenta con la oposición?
Bueno te digo una cosa, soy parte de esa ciudadanía descontenta que somos más del 70 por ciento que no nos sentimos identificados con la oposición porque vemos estos mismos pleitos de cúpulas, pleitos de poderes, como que es una repartición del pastel sin ni siquiera tener ningún tipo de avance. Nosotros nos cansamos, no solamente del gobierno, sino, de todo aquel que comete estos actos, el sector empresarial, y partidos políticos. Lo claro es que estamos hartos de la política tradicional y estamos hartos de aquellos que dicen ser representantes del pueblo y solo están defendiendo su capital, sus ideas y sus agendas. Tristemente hay un hartazgo de la falsa oposición por parte de la población en general.
Antes a los jóvenes les calificaban de apáticos a la política, ahora ¿Cómo crees se comportan?
Me siento atropellada por la pregunta porque yo era uno de esas jóvenes apáticas ante cualquier tema. Nunca opiné porque tenía esa mentalidad errada y sesgada de que no era mi problema, sin embargo, vemos a una juventud despierta, crítica que propone nuevas ideas, que piensa en una manera nueva de hacer política y que estamos de una manera u otra activos, y que todos estos actores nos escuchen, la juventud aporta dinamismo a la política y en Nicaragua no es precisamente eso lo que hay en el sistema político, vemos en una asamblea nacional señores que están por morir, entonces ¿cómo estas personas van aportar algo distinto? Haciendo más de lo mismo. La juventud muerta en temas políticos quedó en el pasado.
Tu secuestro en Mayo 2019 ¿Ha sido tu peor experiencia?
Es algo bastante complejo ya sabes lo que sucedió, pero la cuestión no sale de mi cabeza porque me preocupaba mi familia. Uno está mentalmente está consciente en el lío que se encuentra metido y estas preparado para lo que sea y ya sabes que mientras vivís bajo Dictadura y sos opositor tenes persecución o tentativa de asesinato en cualquier momento, y yo sé que mi familia sufrió muchísimo por eso y son cosas que uno no se perdona. He sido una persona independiente, sin embargo, ese sentimiento familiar ha estado muy latente en mi y lastimar a mis seres queridos es lo que más me afecta.
En una Nicaragua Post-Ortega ¿A qué vas a dedicarte?
A continuar con mi vida, yo tenía una vida tranquila que no tengo ahora. Soy egresada de ingeniería química solo me falta titularme. La preocupación de todo egresado es terminar la tesis. Como el buen nica lo dice he sido bien “bisnera” desde chavala, entonces he vendido de todo, celulares, ropa. Yo invierto y otras personas hacen la venta. Yo si quisiera continuar con mis proyectos personales de negocio que están detenidos y obtener mi título profesional, Dios quiera y me permita tener una vida estable, económicamente y mentalmente.